Alrededor de 40 padres y profesores de alumnos de escuelas de Parkland y Coral Springs partieron rumbo a la capital política de la Florida, Tallahassee, para reclamar medidas más estrictas para controlar la violencia con armas de fuego.
“Queremos que los legisladores conozcan nuestra posición y que sepan que si no hacen caso, les cobraremos el día de las elecciones en las urnas”, señaló Sandra Perkins, madre de uno de los alumnos de Marjory Stoneman Douglas High School, en Broward, donde murieron asesinados 14 estudiantes y tres docentes el pasado 14 de febrero.
De hecho, el gobernador Rick Scott presentó el viernes pasado su plan para “fortalecer la seguridad en los colegios”, que muchos califican de “ruta en la dirección correcta, aunque insuficiente”.
Scott básicamente planteó aumentar la edad requerida para tener o comprar un arma de fuego a 21 años, ampliar la verificación de antecedentes y permitir la detención de personas de trastornos mentales que pudieran ser consideradas una amenaza inminente para ellos mismos u otras personas, así como incrementar las sanciones penales para quienes realicen amenazas de tiroteos o bombas a escuelas.
Sin embargo, muchos padres, maestros y público en general quieren que la venta de rifles semiautomáticos, como el arma AR-15 que fue utilizada en la escuela de Broward, sea prohibida.
“¿Cuál es la necesidad de tener una arma como esa en casa?”, preguntó Carmen Cook, tía de uno de los alumnos que fallecieron.
“Es hora de replantear ciertos asuntos, como el llamado derecho a las armas contra el derecho a vivir”, subrayó.
Sociedad
Además de mayores restricciones y más vigilancia, hay quien plantea que la sociedad estadounidense tiene un problema social muy particular.
“Si analizamos los índices de homicidios, incluyendo los tiroteos, nos daríamos cuenta que no hay país en el mundo, salvo los que están en guerra, con un porcentaje como el de los Estados Unidos”, planteó el sicólogo John Bryan.
En realidad, el país que más se acerca a EEUU es Suiza, donde se permite la tenencia de pistolas y otras armas menores, con 7.7 muertos por cada millón de habitantes, mientras nuestro país casi cuadriplica esa cifra con 29.7 casos por millón de habitantes.
“Hay factores que inciden en la popularidad de las armas, como la proclamación casi perenne de la Segunda Enmienda y el derechos a portar armas, aunque no especifiqué cuáles, el deseo de protegerse, que también es propulsado por varios medios a diario, así como el enfado, la inseguridad e incluso la soledad que afecta a muchos individuos”, explicó.
Entretanto, docenas de estudiantes y sus familiares visitaban Tallahassee para establecer contactos con legisladores que “aún no ven el peligro y parecen prestar más atención a los representantes de los grandes fabricantes de armas, como NRA”, recalcó Cook.
“Tenemos el poder del voto”, comentó la estudiante Katherine Guerra. “Esto es una democracia, y aunque la gente piense que el Gobierno tiene el poder, tenemos que saber qué hacer, elegimos y también podemos rechazar a los políticos en las urnas”, concluyó.
Fuente: Diario Las Américas