Los aeropuertos estadounidenses están presionando al Congreso para que duplique las tasas que cobran a los pasajeros en cada vuelo, de forma que pasen de 4,50 a 8,50 dólares por trayecto. Las aerolíneas, sin embargo, han puesto el grito en el cielo en contra de este encarecimiento de los billetes.
El incremento ya fue aprobado por el Senado el pasado mes de julio y se encuentra ahora en la Cámara de Representantes, a la espera de ser introducido en el presupuesto. Los aeropuertos arguyen que necesitan el dinero para proyectos de ampliación y mejora de sus instalaciones, envejecidas por la falta de inversión en los últimos años. Las aerolíneas, sin embargo, mantienen que este incremento desanimará a las familias y los viajeros con menos recursos.
“El incremento queda oculto dentro de las tarifas anunciadas, de forma que los pasajeros creen que es una subida del precio de los billetes cuando, en realidad, es un alza de los impuestos”, explica Nicholas Calio, presidente de la asociación profesional Airlines for America.
En Filadelfia, por ejemplo, estas tasas generan casi 70 millones de dólares al año, y han permitido construir dos terminales y ampliar otras dos. Sin embargo, las aerolíneas aseguran que los aeropuertos deberían conseguir el dinero de otra forma: aumentando el alquiler que cobran a las compañías aéreas o a las empresas de alquiler de coches o el precio del aparcamiento, por ejemplo.
Delta, por ejemplo, asegura que este incremento “no sólo es innecesario, sino también dañino”, recordando además que los aeropuertos recaudarán este año la cifra récord de 3,600 millones de dólares por tasas. Citando estudios del Gobierno, añade que cada dólar que se incrementan las tasas, cae la demanda de pasajeros más de un 1%.
Los aeropuertos, por su parte, aseguran que una subida de cuatro dólares por trayecto es modesta, comparada con las tarifas que las aerolíneas cobran por cada maleta, por ejemplo, o por asientos con más espacio, o por cambiar una reserva (en este caso, 200 dólares). Algunas aerolíneas incluso cobran por llevar una maleta en la cabina. En total, las compañías ingresaron 7.100 millones con estas tarifas adicionales al precio del billete, según Kevin Burke, presidente del consejo que agrupa a los aeropuertos.