Un buzo falleció en las operaciones de rescate de los 12 adolescentes y su entrenador atrapados desde hace casi dos semanas en una cueva de Tailandia.
La víctima, llamada Saman Kunan y de 38 años de edad, era antiguo miembro de las fuerzas especiales navales de Tailandia y uno de los voluntarios que trabajan contra reloj para tratar de sacar al grupo con vida de las grutas.
Al parecer, el hombre perdió el conocimiento cuando estaba saliendo de la cueva después de llevarles provisiones a los niños y sus compañeros no pudieron reanimarle, confirmaron las autoridades.
“Su trabajo era entregarles oxígeno (a los niños en la cueva). No tuvo suficiente para volver”, explicó el vicegobernador Passakorn Noonyaluck a los medios de comunicación.
Los niños y su entrenador permanecen atrapados desde el 23 de junio en las cuevas a causa de las intensas lluvias que cayeron en la zona y que inundaron la cavidad, ubicada en el norte del país.
El grupo se quedó atrapado por una súbita tormenta que les impidió la salida.
Un rescate difícil
Esta semana, un equipo de buzos internacionales logró hallarles con vida en una especie de isla de terreno seco dentro de las cuevas, pero el desafío ahora es sacarles de ese enclave.
La muerte del voluntario evidencia la dificultad del operativo.
Las autoridades exploran que los niños buceen hasta la salida, encontrar un hueco en la montaña o esperar a que pase la temporada de lluvias como opciones para rescatarles.
El comandante de las fuerzas especiales de la Marina tailandesa, Apakorn Yookongkaew, aseguró que el equipo aún tiene “esperanza” en sacar a los 13 con vida.
Preguntado por cómo los pequeños y el entrenador podrán salvarse si un buzo no lo consiguió, el comandante explicó que tomarían más precauciones con los niños, que tienen edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, y su entrenador, de 25.