La Copa del Mundo de 2018 inició de una forma espectacular: la mayor goleada de la nación anfitriona en el primer partido de un Mundial desde 1934.
Rusia dejó atrás su pobre desempeño reciente para aplastar a Arabia Saudita por 5 goles a 0.
El equipo de Stanislav Cherchesov no había ganado los anteriores siete partidos y había sido criticada desde todos los frentes, incluido el Kremlin, con una serie de comentarios del presidente Vladimir Putin.
Pero ante una multitud de 78.011 aficionados en el estadio Luzhniki de Moscú, la selección rusa nunca se vio en peligro ante una Arabia Saudita que parecía demasiado dispuesta a regalar a sus oponentes.
Completamente sin marca, Yuri Gazinsky encaminó la victoria para los rusos, antes de que Denis Cheryshev, quien entró en sustitución del lesionado Alan Dzagoev, pusiera el 2-0 en el marcador antes del descanso.
El ritmo se frenó y la atmósfera se desinfló después de la reanudación, dando la sensación de un partido amistoso.
Pero Artem Dzyuba, quien entró de cambio, iluminó de nuevo el partido con un preciso cabezazo para aumentar la ventaja de su equipo.
Cuando el partido parecía liquidado, y entrado ya en el tiempo de descuento, Cheryshev —elegido el mejor del partido— puso el cuarto con un golpe certero en la esquina superior de la portería saudita, antes de que Aleksandr Golovinpusiera el 5-0 definitivo con un extraordinario lanzamiento de tiro libre.
Puso el sello de un sensacional e inesperado comienzo del Mundial para los anfitriones, y les da una oportunidad real de clasificarse a la siguiente ronda.
Egipto y Uruguay disputan este viernes el segundo partido del Grupo A.
Fuente: BBC