Aterrizó de madrugada en Sochi y al despertar en el Swissotel aún le dolía los golpes. Neymar sólo vivió en parte del debut soñado: había imaginado una victoria de Brasil con ‘show da bola’ y muchas faltas sobre él… y sólo vivió la segunda parte, la de la pesadilla.
Diez de las dieciséis faltas que cometió Suiza sobre Brasil fueron sobre Neymar, que provocó que el árbitro enseñase tres tarjetas amarillas, insuficientes según los brasileños. “Se turnan para hacerme faltas”,denunciaba Neymar tras el partido sin alzar la voz: “Si los árbitros no se dan cuenta es malo para el fútbol”.
El brasileño sintió “dolores en el pie, pero es normal, es fruto también de la inactividad. La falta más fuerte fue en el tobillo derecho, pero si los árbitros no se quieren dar cuenta…”. El doctor Rodrigo Lasmar intentaba tranquilizar a todos: “De la intervención en el quinto metatarsiano está perfecto, no tiene nada más allá de la necesidad de recuperar la confianza. El golpe fuerte es en el tobillo…”.
Mientras el resto de la selección tendrá la mañana libre para recuperarse anímicamente del empate ante Suiza, Neymar tendrá trabajo de fisioterapia para seguir mimando su pie derecho y los golpes que recibió ante Suiza. Preocupa en el seno de la selección brasileña que no se proteja a su crack, que se haya instalado la sensación de que Neymar se tira mucho, simula, y que esto acabe apagando su estrella.
Coutinho alzaba la voz para denunciar el “juego duro contra Neymar. Las vas viendo, primero es uno, luego otro, después viene otro distinto, todo para que el árbitro no saque la cartulina a la primera, hacen ‘rodizio’ con las faltas, así escapan de ser sancionados. Nuestro equipo sufre mucho esas entradas a Neymar, menos mal que acabó entero”.
La selección vive pendiente del estado físico y emocional de Neymar, de ahí que hayan levantado la voz ante lo que consideran una persecución.Brasil piensa que el resto de selecciones hace turnos para parar ilegalmente al crack y no sean amonestados.
Fuente; Mundo Deportivo