Argentina anunció este jueves que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo por US$50.000 millones por el que se compromete a bajar el déficit y la inflación.
El gobierno argentino busca que la línea de crédito, de modalidad "stand by" y a desembolsar en tres años, le ayude a responder al desplome del peso.
El acuerdo está sujeto a la aprobación final del Directorio Ejecutivo del FMI, que examinará el plan económico de Argentina en los próximos días.
La noticia fue confirmada este jueves por el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central Argentino, Federico Sturzenegger, tras una reunión mantenida por el directorio del organismo internacional.
"Estamos convencidos de que vamos por el camino correcto y hemos logrado evitar una crisis", dijo Dujovne durante su comparecencia.
"Decidimos acudir al fondo en forma preventiva, para evitar una crisis. Actuamos con muchísima responsabilidad, con muchísima premura, siempre pensando que tenemos que evitar la crisis porque eso es lo que ha provocado en Argentina pobreza y destrucción de contratos".
Dujovne también dijo que el acuerdo incluye "cláusulas de salvaguarda social"inéditas.
Según explicó Dujovne, el pacto prevé relajamientos en la meta de déficit para ser aplicado a programas sociales en caso necesario.
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Según la periodista de BBC Mundo en Buenos Aires, Verónica Smink, el anuncio del acuerdo sorprendió porque la cifra acordada fue mucho más alta de lo esperado.
"Los rumores económicos hablaban de un préstamo de US$30.000 millones, por lo que la cifra es leída como un fuerte respaldo del mercado a la gestión de Macri", señaló.
"No obstante, los críticos del presidente ven esto como una nueva señal de preocupación de que el país podría volver a endeudarse más allá de sus capacidades", agregó la periodista.