Algo extraño ocurre en el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. La web oficial de este órgano estatal, en la que se muestran los resultados de las elecciones presidenciales del domingo, ampliamente rechazadas dentro y fuera del país, fecha la última actualización de los resultados a las 00.00 horas del 20 de mayo, es decir, 6 horas y media antes de que abrieran las urnas, en un incomprensible error que levanta más dudas aún sobre la legitimidad de la elección.
Incluso si hubiera sido un error, resulta cuanto menos extraño que todos los resultados de todas las mesas electorales de todos los estados aparezcan como introducidos a la misma hora. Cualquier persona que haya seguido un conteo electoral sabe que esto es muy improbable, teniendo en cuenta que muchas mesas tardan más que otras en contarse según su tamaño, o en transmitir sus datos según dónde estén situadas o si sufren problemas de electricidad o similares, como es frecuente en Venezuela estas semanas.
Dos mesas de distintos estados escogidas al azar
Además, el propio CNE realizó dos boletines informativos en horas distintas, con porcentajes diferentes. ¿No sería lógico, entonces, que los resultados de unas mesas estuvieran introducidas antes que las otras? Los datos del segundo boletín, por cierto, tampoco aparecen reflejados en la web, que parece informar de un resultado intermedio -más votos escrutados que en el primero y menos que en el segundo- pero que no fue comunicado en ningún momento.
Por último, dentro de la sección más "cómica", el encargado de la web de los resultados electorales parece haberse confundido y asignado el total nacional a uno de los estados del país, Zulía, en el que el Gobierno estima que viven unos 5.1 millones de personas pero en el que al parecer se recogieron más de 9 millones de votos.
El CNE es otro de los órganos teóricamente independientes pero que han caído bajo el control estricto del Gobierno de Nicolás Maduro. En 2017 debía haber sido renovado, pero tras quitarle todos sus poderes al Parlamento, de mayoría apositora, el Tribunal Supremo -también controlado por personas de confianza de Maduro- nombró a tres rectores de su misma rama política para dirigir el órgano electoral. La oposición solo tiene a un miembro en la dirección del organismo, Luis Rondón, que anunció el domingo que no reconocía los resultados alegando falta de garantías.
En la actualidad, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, se encuentra sancionada por la Unión Europea y los Estados Unidos por "violación de derechos humanos".
En el último año ya hubo otras dos denuncias de fraude. En junio, en las polémicas elecciones para crear una todopoderosa Asamblea Constituyente, que le da al chavismo un control absoluto sobre todos los poderes del Estado por encima incluso de la Constitución, documentos internos del CNE desvelados por Reuters mostraban que se habían contabilizado menos de la mitad de los votos reportados por el organismo. Además, la empresa que gestionaba las máquinas de votación, SmartMatic, denunció que había detectado "al menos" un millón de votos falsos.
Por su parte, en las elecciones a gobernadores de octubre, la oposición denunció que las actas de escrutinio firmadas por los miembros de diversas mesas y recogidas por sus testigos no concordaban con los números asignados por el CNE a dichas mesas, que mostraban muchos más apoyos al candidato oficialista.
Fuente: El Economista.es