Un edificio del centro de Sao Paulo habitado por ocupantes ilegales se incendió y colapsó ayer martes, arrojando escombros en llamas a construcciones colindantes y calles próximas.
Al menos una persona falleció en el derrumbe, aunque podría haber más víctimas, según los bomberos de la ciudad.
En el momento en que se derrumbó la construcción, un bombero en un edificio contiguo trataba de salvar a alguien que estaba en un piso superior. Imágenes en la televisión mostraban a una persona colgando a un costado del edificio, mientras al parecer también tenía atada una cuerda que sostenía el bombero.
Entonces la pared donde estaba colgada la persona comenzó a desprenderse, llevándose a la persona consigo mientras volaban escombros en todas direcciones. Las imágenes muestran cómo caían los pisos unos sobre otros como piezas de dominó.
Las autoridades informaron que la persona fallecida era la que el bombero trataba de salvar y que todavía no encuentran el cadáver. Los socorristas están usando perros para localizar a esa persona y a más víctimas entre los escombros.
El inmueble, que era la antigua sede de la policía federal, comenzó a arder alrededor de la 1:30 de la madrugada. Los bomberos establecieron un perímetro de seguridad y desalojaron a los residentes.
Menos de dos horas más tarde, el edificio de 25 plantas colapsó mientras la prensa brasileña grababa. Ningún bombero resultó herido.
Varias familias desalojadas acamparon enfrente de una iglesia, mientras vecinos y negocios de la zona les llevaban suministros que incluían bolsas con leche, pan, botellas de agua e incluso ropa y zapatos usados.
Lohany Michely, de 37 años, dijo que dormía con su pareja y el perro de ambos en su apartamento del tercer piso cuando escuchó gritos que alertaban del incendio. La pareja salió con su perro y vieron cómo el edificio se derrumbaba 45 minutos después.
"Familias enteras perdieron todo lo que tenían", dijo. "Creen que las personas que vivimos en un edificio ocupado somos animales. No somos animales. Somos seres humanos".
Según Rómulo de Souza, de 49 años, quien se identificó como ocupante ilegal del edificio de al lado, dijo que vio cuando las familias desalojaban el inmueble siniestrado.
"Afortunadamente la mayoría salió", dijo añadiendo que los residentes creían que las llamas comenzaron por una fuga de gas.
La limpieza de los escombros y el conteo de las personas que estaban en el edificio podrían demorarse días. Varias horas después del colapso, los escombros seguían humeantes.
Las llamas también dañaron parte de un edificio contiguo, y las autoridades dijeron que tres estructuras aledañas fueron evacuadas como medida de precaución.
El incendio se registró en el centro histórico de Sao Paulo. La zona comenzó a vaciarse en las décadas de 1970 y 1980 después de que hubo varios incendios y se desarrolló otro distrito comercial. Varias administraciones locales han encabezado campañas enfocadas en embellecer y volver a desarrollar el área, donde ahora viven muchos indigentes y tiene muchas calles ocupadas por adictos al crac.
Este incidente seguramente llamará la atención a las ocupaciones ilegales de inmuebles en Sao Paulo, la ciudad más grande de Sudamérica. Varias docenas de edificios del centro han sido ocupados por grupos organizados que los toman y luego luchan por su propiedad.
Muchas de estas comunidades se gestionan como edificios de departamentos tradicionales, con portero y residentes que pagan una cuota mensual y facturas de suministros.
Otras están menos ordenadas y son más precarias.
En un reportaje sobre las ocupaciones publicado en junio de 2017, The Associated Press dijo que en la propiedad incendiada vivían alrededor de 350 familias. En la actualidad, solo unas 50 seguían residiendo allí, según publicaron medios locales el martes.
"El edificio no reunía las condiciones mínimas para vivir ahí", dijo el gobernador paulista Mario Franca al sitio noticioso UOL tras inspeccionar el lugar. "Jamás se debió haber permitido la ocupación".
El exalcalde de Sao Paulo, Joao Doria, quien recientemente se retiró de la carrera a gobernador del estado, persiguió a este tipo de grupos de invasores como parte de su plan para revitalizar la zona.
Según Doria, el centro debería representar a Sao Paulo, que es el motor de la economía brasileña y uno de los centros financieros más importantes del hemisferio. Los activistas en favor de una vivienda justa, por su parte, alegan que en la zona se podría ofrecer alojamiento asequible a decenas de miles de personas.
En una breve visita, el presidente Michel Temer dijo que el gobierno ayudará a los damnificados.
"Brindaremos ayuda a las víctimas de este desastre", dijo Temer. No entró en detalles, y sus guardaespaldas lo alejaron rápidamente mientras la gente le gritaba insultos. Temer ha sido acusado de corrupción y tiene bajas tasas de aprobación.
Fuente: Agencia AP