El abogado Aaron Schlossberg ha tenido unos días de escarnio público que nadie quisiera en su vida, luego de amenazar a hispanos con llamar a Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por hablar en español en un comercio en Manhattan.
Sin embargo, el hecho por el que fue grabado y compartido en Facebook -que ya suma más de seis millones de reproducciones- podría no resultar en sanción alguna severa, al menos en lo que a su profesión se refiere, publicó Slate.
El jueves, el representante demócrata Adriano Espaillat de Nueva York y el presidente del distrito demócrata de El Bronx, Ruben Diaz Jr., presentaron una queja formal contra Schlossberg ante el comité disciplinario del Sistema de Cortes Unificados del Estado de Nueva York.
Su queja le pide al comité “afirmar que esa mala conducta y comportamiento no se tolerarán nunca”, pero la carta no solicita una acción específica contra Schlossberg.
Aunque según Díaz, en comentario al Washington Post, se busca que el abogado sea disciplinado, suspendido. o inhabilitado.
Según el portal, la carta de Espaillat y Díaz no cita la disposición específica de las Reglas de Conducta Profesional de Nueva York que creen que violó, porque posiblemente no haya una violación al estatuto.
“Si Schlossberg hubiera cometido un crimen, podría haber sido disciplinado, pero no parece que su conducta alcance el nivel de acoso criminal”, explica el artículo. “Si se hubiera involucrado en el racismo dentro en su práctica legal, también podría ser sancionado, pero su arrebato ocurrió en un restaurante público”.
También indica que si Schlossberg hubiera invocado su bufete de abogados para intimidar a los empleados de Fresh Kitchen, el comité de disciplina podría tener un caso.
Por otro lado, la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad (NYCCHR) envió un“Equipo de Respuesta de Prejuicio” al restaurante y stá considerando abrir una investigación sobre el incidente ahora viral.
Michael Meyers, presidente de la Coalición de Derechos Civiles de Nueva York, publicó una artículo en el Daily News, donde considera que “debería dejarse” en paz a Schlossberg, al considerar que en EEUU se respeta el derecho a disentir y expresar opiniones, además de criticar que las organizaciones como la suya regularmente se enfocan a defender agresiones de odio contra hispanos o negros, pero no contra blancos.
Fuente: La Opinión.com