El cáncer, antiguo y temido enemigo de la humanidad que no respeta edad ni género, puede presentarse en cualquier localización del cuerpo humano. Y le sorprenderá saber que el ojo y sus tejidos vecinos, como los párpados y la órbita, no son la excepción.
En Colombia, al igual que en los países localizados en el trópico, por presentar una mayor exposición a la radiación UV, tenemos una incidencia mayor en cáncer de piel, y este se puede presentar en la delicada zona de los párpados. Lo paradójico de estos tumores es que, por decirlo así, están a la vista del paciente y su familia, pero muchas veces pasan desapercibidos.
Pensemos cuántos de nosotros nos hemos encontrado en una situación así: una lesión que no desaparece en el borde de los párpados, de aspecto perlado y coloración roja-violácea, que llevamos tiempo viéndola en nuestro rostro o en el de algún familiar, pero que por su presentación aparentemente inofensiva, al no ser dolorosa, no le hemos dedicado la debida atención.
Hay otras lesiones localizadas en el ojo o en la órbita que pueden ser silentes mucho tiempo, hasta que la persona evidencia su presencia y, por lo general, ya es demasiado tarde, y se vuelven potencialmente mortales.
En la órbita, el espacio donde se alberga el ojo, dos de sus signos más frecuentes de tumoración son la proptosis o el ‘ojo salido’ y la ptosis o ‘párpado caído’, que pueden estar enmascarando un tumor de glándula lagrimal, una leucemia o linfoma, entre otras anomalías.
Estas lesiones se pueden presentar en el exterior del globo ocular, en su superficie o conjuntiva, o en su interior y localizarse en coroides, úvea o retina.
Estos tumores pueden ser benignos o malignos, pero son los médicos especialistas en oftalmología los profesionales de la salud que están en la capacidad de evaluar estas lesiones y realizar un tratamiento.
¿Cómo se clasifican?Lesiones benignas
Hemangioma cavernoso: se presenta en la séptima década de la vida y puede llegar a comprometer la visión cuando alcanza a presionar el nervio óptico.
Xantelasmas: lesiones en placas amarillas en párpados; requieren observación y seguimiento.
Nevus o lunares: la mayoría son benignos, y con el tiempo pueden sufrir trasformaciones malignas y, en el peor de los casos, volverse un melanoma. Su principal signo de alarma es que después de un tiempo de estar sin cambios, presentan crecimiento rápido y anormal.
Tumores malignos
Carcinoma basocelular: el 90 por ciento de los casos se presentan en la cabeza y el cuello; de estos casos, uno de cada diez se localiza en párpados inferiores. Por su crecimiento lento, esta lesión rara vez es de metástasis, pero puede ser altamente destructiva para la piel.
Melanoma de coroides: es el cáncer ocular más común en adultos y, de lejos, el más importante. Se presenta en 5-7 casos por millón de habitantes al año. Su diagnóstico temprano puede permitir que se conserve la visión en el mejor de los casos y se preserven el globo ocular y, lo más importante, la vida del paciente.
Atentos con estas señales de alerta
En todas las edades es necesario identificar las siguientes señales, que obligan a consultar de inmediato.
Pérdida súbita de visión por un ojo.
Masa en párpados con dolor o sin él.
Percepción de que el ojo se está saliendo.
Presencia de un ojo más cerrado.
Desviaciones de uno o ambos ojos.
Cambios de color.
Irritaciones frecuentes.
Estas lesiones pueden aparecer desde la niñez
Retinoblastoma: se presenta en 1 de cada 15.000 nacidos vivos en Colombia, y su signo más frecuente es la leucocoria o ‘pupila blanca’. Este cáncer es ciento por ciento mortal sin tratamiento.
Rabdomiosarcoma: cáncer de origen musculoesquelético, se puede localizar en diferentes lugares del cuerpo; sin embargo, el 10 por ciento se sitúa en la órbita y se manifiesta en el niño con un ojo protruido o inflamado sin antecedentes de traumas.
Hemangioma capilar: común en recién nacidos, se presenta como una mancha blanda y rojiza en párpados que se aclara con la presión. Es una tumoración benigna que, de igual forma, requiere seguimiento.
Fuente: Equipo de Salud de El Tiempo de Bogotá