La zona central de Florida se ha convertido en la “meca” de la diáspora puertorriqueña a raíz de la crisis humanitaria en la isla y con el lanzamiento este jueves de la coalición “Abrazo Boricua”, activistas del área quieren ayudarlos a adaptarse a su nueva vida en EEUU.
El éxodo de centenares de miles de puertorriqueños por la crisis fiscal que arrastra Puerto Rico desde 2006 se agravó con el devastador paso del huracán “María” en septiembre pasado, y los recientes llegados al centro de Florida sólo buscan “una mano amiga”.
En entrevista exclusiva con este diario antes del lanzamiento oficial de la coalición, una de sus fundadores, Betsy Franceschini, aseguró hoy que el objetivo no es otro que el de ayudar a los puertorriqueños en su reasentamiento en el área.
“Las necesidades son muchas y la gente pide orientación para matricular a sus hijos en los colegios, para buscar empleo, vivienda, servicios médicos. Hemos creado esta coalición para apoyarnos mutuamente, porque juntos podemos hacer más y ofrecer servicios con mayor eficacia”, explicó Franceschini, directora estatal en Florida y el Sureste de EEU de la “Federación Hispana”.
“Estamos acá para darles una mano, para que sepan que no están solos… Puerto Rico todavía sufre las secuelas del huracán, como vimos con el reciente apagón, y vemos que las necesidades de los recién llegados también aumentan aquí”, agregó Franceschini, oriunda de Yauco, al sureste de la isla.
La nueva coalición, “Abrazo Boricua”, servirá como una especie de “central” para que las familias recién llegadas obtengan referencias a la decena de organizaciones miembro que ofrecen talleres de información, clases de inglés, consejería de salud mental, asesoría legal, asistencia alimentaria y de transporte, y ayuda conempleo, vivienda, educación y acceso a cuidado médico.
Tampoco podrían faltar talleres sobre cómo navegar el sistema político de Estados Unidos y ayuda con la inscripción de votantes, tomando en cuenta que, como ciudadanos estadounidenses, los puertorriqueños pueden votar en elecciones estatales y federales si viven en este país.
La “Federación Hispana”, creada en Nueva York en 1990, ofrece servicios en 16 estados, principalmente en la costa Este del país, y tiene la infraestructura necesaria para servir como “canal” de la nueva coalición.
A juzgar por la larga lista de espera que tiene la Federación, y que ya han prestado servicio para unas 5,000 personas en los últimos meses, Franceschini anticipó que la coalición podrá tener un impacto en al menos una cifra similar en los próximos meses.
“Ya se acerca el fin del año escolar, y creemos que veremos una nueva ola de puertorriqueños hacia la zona central de Florida”, señaló Franceschini.
“Meca” de la diáspora puertorriqueña
Orlando y otras ciudades de la zona central de Florida son, según datos del Censo, la nueva “meca” de los puertorriqueños que han salido de la isla en busca de nuevos horizontes en EEUU.
De hecho, la zona, que a ciudades a lo largo del corredor de la interestatal “I-4”, ya superó a Nueva York en cuanto al crecimiento de la población puertorriqueña.
Los condados de Orlando, Oceola y Hillsborough, en ese orden, lideraron los mayores incrementos de puertorriqueños en 2016, indicó el Censo ese año. En el área de Orlando, la población boricua aumentó del 12% en 2010, a 14% para finales de 2016.
Más de 135,000 puertorriqueños se trasladaron a Estados Unidos desde que el huracán “María” azotó la isla el pasado 20 de septiembre, de acuerdo con una investigación del Centro de Estudios Puertorriqueños de la “City University of New York” (CUNY).
Según un pronóstico de ese estudio, para 2018 se anticipa el registro de 11,554 niños puertorriqueños en escuelas primarias y secundarias en Florida, o un 42% del total en este país.
En la actualidad, la población puertorriqueña en Florida ya superó el millón de habitantes, en comparación con 479,000 en 2000, indicó una reciente informe del Centro de Investigación Pew.
“No piden limosna”
Franceschini afirmó que la coalición dará acompañamiento a los recién llegados “para que no vivan en vehículos o bajo puentes”.
“La gente no viene a pedir limosna, quiere oportunidades de empleo, una vida estable para sus familias, y contribuir a esta comunidad y a la economía, y creo que es importante destacar eso”, apuntó.
La coalición, que incluye a organizaciones de base comunitarias, cívicas y religiosas, incluyendo la “Federación Hispana”, “UnidosUs” y “Mi Familia Vota”, prevé establecer una línea telefónica gratuita para agilizar las referencias a los servicios sociales disponibles.
Cada organización, sin embargo, funcionará con sus propios fondos y en sus instalaciones.
Una huella indeleble en Florida
Tras la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los puertorriqueños salió de la isla con rumbo a Nueva York y otras urbes del noreste de EEUU, pero su dispersión hacia otras áreas comenzó en la década de 1960, según Jorge Duany, director del Instituto de Investigación sobre Cuba de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
A partir de la década de 1990, Florida desplazó a Nueva Jersey como el estado con la segunda concentración de puertorriqueños en Estados Unidos, doblando su población en más de un millón de personas.
Para 2010, según una investigación de 2012 de Duany, el Censo había dado cuenta de 847,550 puertorriqueños en el sureño estado.
Es que el estado, con bajos impuestos y un pujante sector turístico, está sirviendo de imán tanto para trabajadores de bajas destrezas laborales como profesionales. La creciente población hispana ha aumentado la demanda de maestros bilingües, por ejemplo, y los puertorriqueños están llenado esos espacios, explicó Franceschini.
El cambiante rostro del centro de Florida no sólo ha aumentado la demanda de servicios – lo que explica el nacimiento de “Abrazo Boricua”-, sino que también refleja el creciente poder político de los votantes puertorriqueños en la zona y el estado.
Los últimos cuatro ciclos electorales en Florida, incluyendo la reelección del entonces presidente Barack Obama y la elección del presidente Donald Trump en 2016, se decidieron por apenas un punto porcentual.
Si ejercen su derecho al voto, los puertorriqueños podrían ayudar a definir los comicios del próximo 6 de noviembre, convirtiéndose en un codicio bloque electoral para demócratas y republicanos.
“Definitivamente queremos incentivar la participación cívica de los puertorriqueños, porque pueden ser un voto decisivo en las urnas”, dijo Francechini.
Fuente: La Opinión/ Periodista María Peña