El sorpresivo nombramiento de Mike Pompeo ayer martes como Secretario de Estado, quien al frente de la CIA tuvo un rol importante en recientes sanciones contra Venezuela, ha originado expectativas sobre una mayor influencia del Departamento de Estado en la política hacia América Latina.
Pompeo sustituirá a Rex Tillerson, quien se habría enterado oficialmente de su despido a través de Twitter, otro síntoma de cuán desconectado había estado de la Casa Blanca durante su mandato al frente de la diplomacia estadounidense.
“Tillerson estuvo ausente al volante de Venezuela”, dijo John Feeley, que se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Panamá hasta este mes, y agregó que espera que Pompeo pueda reafirmar el liderazgo del Departamento de Estado “o al menos su relevancia” en cuestiones importantes, como Venezuela, el TLCAN e inmigración.
Como director de la CIA, Pompeo dijo durante una conferencia en enero que los servicios de espionaje estuvieron detrás de algunas de las sanciones adoptadas los últimos meses contra el régimen del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. “La segunda o tercera batería de sanciones obedecía a nuestras recomendaciones”, dijo Pompeo en esa ocasión.
Expertos en América Latina están señalando esas declaraciones como un ejemplo de qué esperar de Pompeo, si se confirma que asumirá el cargo de Secretario de Estado después del despido de Rex Tillerson. Aunque a corto plazo, Pompeo tendrá que lidiar con cuestiones más candentes, por ejemplo la reunión entre el presidente Donald Trump y el líder coreano Kim Jon-un, Pompeo tendrá que pensar pronto en América Latina debido a la próxima Cumbre regional y las prioridades de la Casa Blanca sobre Venezuela.
El senador Marco Rubio, quien más de una vez se ha sentido frustrado por cómo el Departamento de Estado bajo Tillerson y su mano derecha, el subsecretario para Asuntos Políticos Thomas Shannon, ha manejado el tema de Venezuela, rápidamente mostró su apoyo a Pompeo.
“Conozco bien a Mike Pompeo. Él es una excelente elección. Su experiencia como Director de la CIA, oficial del ejército y congresista, y su liderazgo comprobado en cuestiones de seguridad nacional le otorgan calificaciones únicas para dirigir el Departamento de Estado en esta coyuntura crítica”, dijo en un comunicado. “Con entusiasmo apoyaré su nominación y tengo la esperanza de que pueda ser confirmado rápidamente”, agregó.
La oficina del senador agregó que “una vez confirmado, el Senador Rubio espera trabajar con el Director Pompeo para promover los intereses estratégicos de los EEUU en el hemisferio occidental y abordar la crisis humanitaria en curso en Venezuela”.
El despido de Tillerson provocó agitación solo semanas antes del viaje más importante de Trump a América Latina para asistir a la Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril. Pero tanto críticos como personas que apoyan su administración, dicen que Pompeo no puede ser peor que Tillerson, a quien acusan de haber ignorado la región y permitido que la estatura del Departamento de Estado se desmoronase.
“Tillerson fue una gran decepción”, dijo James Cason, ex embajador en Paraguay y ex jefe de misión en la Sección de Intereses en La Habana. “Tillerson fue un desastre. Teníamos grandes esperanzas de que traería una buena administración al Departamento, pero todo lo que parece querer hacer es reorganizar, reducir personal”, señaló el embajador retirado.
El 60 por ciento de los funcionarios de más rango han abandonado la agencia desde que Trump asumió la presidencia. Recientemente, la embajadora de México Roberta Jacobson, renunció a su cargo y Shannon anunció su retiro. “Con puestos clave vacantes en el buró de asuntos hemisféricos y en embajadas en América Latina, nadie está atendiendo los asuntos latinoamericanos realmente”, agregó Cason.
El puesto de subsecretario de Estado para los asuntos del hemisferio occidental ha estado vacante por más de un año, mientras la administración de Trump se ha movido para sancionar al gobierno de Maduro, cambiar la política hacia Cuba y renegociar NAFTA con México y Canadá. La nominación de Kimberly Breier a ese puesto apenas fue enviada al Senado la semana pasada. Breier sustituiría a Francisco Palmieri, quien ha fungido somo subsecretario adjunto de modo interino.
Daniel Erikson, quien estuvo al frente del Buró de Asuntos Cubanos en el Departamento de Estado durante la administración de Barack Obama, cree que Pompeo no traerá grandes cambios a la política de Estados Unidos hacia América Latina, “que se ha enfocado mayormente en los conflictos fronterizos y comerciales con México y los esfuerzos ocasionales para sancionar a Venezuela y Cuba”.
Fuente: El Nuevo Herald.com