El ministro chino de Comercio, Zhong Zhang, descartó que su país vaya a iniciar una guerra comercial con Estados Unidos cuyos resultados, dijo, serían "desastrosos" para ambos países y el resto del mundo. Zhang señaló en una rueda de prensa en Pekín en el marco de la Asamblea Nacional Popular (previa a la del Partido Comunista) que en las guerras comerciales no hay nunca ganadores y que se podría poner en peligro el crecimiento económico global.
Aunque descartó el inicio de una guerra comercial, recordó que China puede hacer frente al desafío y defenderá los intereses nacionales. El gigante asiático ha criticado con dureza los nuevos aranceles anunciados el jueves que, en su opinión, tendrán un "grave impacto" sobre el comercio internacional y ha pedido a Estados Unidos que los retire "lo antes posible".
Por su parte, la Asociación China del Hierro y el Acero (CISA) ha pedido a las autoridades chinas que responda ante estos aranceles que "violan las normas de la Organización Mundial del Comercio" con otras medidas sobre las importaciones estadounidenses, apuntando al sector del carbón, central para la base política de Trump y su compromiso electoral de relanzar la industria y los empleos en el país.
La decisión de Trump, que argumentó que el acero y el aluminio son "vitales" para la "seguridad nacional", ha suscitado una gran preocupación acerca de una posible guerra comercial por represalias de otros socios comerciales, entre ellos Europa o China. Zhang afirmó que las cifras oficiales de déficit comercial de Estados Unidos habían sido sobreestimadas en aproximadamente un 20 por ciento y, en cualquier caso, sería mucho menor si los estadounidenses relajaran las restricciones a la exportación de productos de alta tecnología.
Fuente: DW.com