Podríamos decir que este es uno de los partidos más duros para los que tendrá que prepararse un jugador en su carrera. Tras haberse quedado tan cerca de alcanzar la inmortalidad deportiva, Bélgica e Inglaterra ahora deben rehacerse para ir en busca de lo que sería un punto culminante para al menos dos generaciones de aficionados… o incluso el mayor logro de su historia.
Esta selección belga de excepcional talento y de fútbol fluido y expresivo entró durante algún tiempo en los pronósticos como potencial campeona mundial. Al contar con algunos jugadores que superan la treintena, probablemente lamentará más que otras ese intento fallido. Pero el sábado le brinda otra ocasión para la grandeza, ya que logrando el bronce superaría al mítico equipo que ocupó el 4º puesto en México 1986.
Entretanto, los 23 jugadores de Inglaterra integran una de sus plantillas más jóvenes presentes en una fase final mundialista. Por tanto, aunque no les quede la sensación de haber dejado escapar su última ocasión, sí que ha sido una oportunidad perdida.
Ambos onces iniciales resultan complicados de predecir, ya que se trata del séptimo partido en una larga campaña para los dos combinados, pero el tercer puesto sería el mejor resultado de los Tres Leones desde su triunfo en 1966. Además, igualaría la gesta reciente de su selección femenina, que se colgó el bronce en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015.
Fuente: FIFA.com