El suspense ha protagonizado las primeras horas de la cumbre histórica que ha reunido al presidente de EE.UU., Donald Trump, y al líder norcoreano, Kim Jong Un en Singapur. Tras el encuentro entre ambos mandatarios de cuarenta minutos a solas (y con traductores) y un almuerzo de ambas delegaciones para negociar los términos de la nueva relación que debe marcar el inicio del fin del programa nuclear de Corea del Norte, los líderes han protagonizado la firma de un documento que supondrá “un gran cambio”, en palabras de Kim, porque “la situación será muy diferente a como fue antes”, según Trump. Pero los detalles todavía se desconocen.
Durante la firma de la declaración conjunta, Kim avanzó que servirá para “dejar atrás el pasado” y para “lograr un gran cambio”, mientras que Trump apuntó que el proceso de desnuclearización de Corea del Norte comenzará “muy rápido” después de su histórica cumbre de más de cuatro horas celebrada en hotel Capella, en la isla Sentosa. “Estamos desarrollando un vínculo muy especial”, dijo Trump al firmar un documento junto a Kim, y aseguró que “es un honor estar” con el líder norcoreano.
Minutos después, una vez ambos líderes se han dicho adiós. Trump anunció a los periodistas que planea invitar a la Casa Blanca a Kim, y que ambos se reunirán “muchas veces” durante un proceso de negociación sobre la desnuclearización de Corea del Norte. Preguntado por los periodistas sobre si invitaría a Kim a la Casa Blanca, Trump respondió: “Absolutamente, lo haré”. A juzgar por las palabras del mandatario la semana pasad, esto quiere decir que la cumbre ha sido un éxito.
Fuente: La Vanguardia.es