Trump y Kim... cara a cara.
Es una imagen que cuesta imaginar pero que, si todo sale como lo planeado, pasará a la Historia.
¿Qué puede salir de ahí? ¿Qué quiere realmente el líder norcoreano? ¿Se repetirán Kim Jong-un y Donald Trump los insultos que se dedicaron el año pasado? ¿Se abrazarán como Kim hizo con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, hace dos meses?
¿Por qué es tan importante lo que pase en Singapur?
En BBC Mundo nos hicimos estas y otras preguntas sobre la cumbre del 12 de junio, y aquí tratamos de responderlas.
Los medios de comunicación han repetido hasta la saciedad que esta es una reunión "histórica" y puede que algunos piensen que ya se produjo un encuentro igual de importante.
Es relativamente cierto. Hace tan solo dos meses, ya ocurrió una "cumbre histórica": la de los dos líderes coreanos en la frontera que separa el Norte y el Sur, donde ambos se comprometieron a buscar la "completa desnuclearización" de la península y el fin de la guerra en la que, técnicamente, aún están.
Sin embargo, esta cita es más relevante.
Por qué? Por una sencilla razón: se trata de una situación inédita. Nunca antes un presidente estadounidense en el cargo se ha reunido con el líder norcoreano en el poder.
Y eso no significa que no se intentara o que no se hubieran producido negociaciones entre ambos países; pero nunca llegaron a fructificar para sentar a ambos líderes en la misma mesa.
Por eso, el cara a cara de Trump y Kim es tan esperado, pese a que sigue siendo una incógnita los frutos que puede dar.
¿Qué tiene Singapur?
Después de barajarse destinos como Mongolia e incluso la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas -y que, pese a su nombre, es una de las fronteras más militarizadas del mundo-, Corea del Norte y Estados Unidos decidieron reunirse en Singapur.
El pequeño y moderno país, situado en el sudeste asiático y considerado uno de los "tigres" económicos de la región, es una nación con la que tanto EE.UU. como Corea del Norte tienen buenas relaciones y por tanto, es un espacio neutral y seguro.
Pyongyang incluso tiene embajada en la ciudad-Estado, algo no muy habitual, y siempre mantuvo con los norcoreanos una estrecha cooperación comercial, interrumpida el año pasado por el endurecimiento de las sanciones internacionales.
Además, Singapur también se vanagloria de su estabilidad y seguridad,gracias a las numerosas y estrictas normas que tiene (como por ejemplo, la prohibición de protestas).
¿Qué busca Trump en la reunión? ¿Y Kim?
Empecemos por Trump, aunque no porque sea más predecible.
Al principio, el presidente estadounidense dejó claro que su objetivo era que Kim Jong-un se deshiciera de sus armas nucleares de forma inmediata y unilateral, pero ha ido moderando su discurso.
En una entrevista con la cadena Fox News, Trump dijo que le gustaría que la desnuclearización de Corea del Norte se llevara a cabo "de forma inmediata, pero físicamente, una fase transitoria puede ser un poco necesaria".
"Ojalá supiéramos lo que quiere conseguir Trump (...). En cierto modo, lo que está haciendo es redefiniendo el éxito a lo que él quiere", considera David Kang, director del Instituto de Estudios Coreanos de la Universidad del Sur de California.
La desnuclearización verificable, el objetivo marcado por el presidente estadounidense, puede tomar años, según los especialistas en el área.
No obstante, el mero hecho de que la reunión ocurra puede ser interpretado por ambos líderes como un éxito.
"Irónicamente, el sentido común nos dice que Corea del Norte es quien quiere reconocimiento y que ve el encuentro como un premio; pero en cierto modo, Trump también está feliz de tener esa reunión simplemente para demostrar al mundo que él puede hacer algo que otros no pudieron en el pasado", remarca Kang en declaraciones a BBC Mundo.
Fuente: BBC Mundo