Cuando todo iba camino al peor cimbronazo futbolístico de los últimos tiempos. Cuando el silencio aturdía en un estadio que es una caja de resonancia. Cuando se olía fin de ciclo y el partido era una ironía macabra para la generación de las tres finales. Cuando todo parecía perdido, Marcos Rojo cambió la historia. En un partido en el que el equipo volvió a mostrar la personalidad de otros tiempos, la selección argentina venció por 2-1 a Nigeria y se clasificó a los octavos de final del Mundial Rusia 2018 .
Lionel Messi abrió la cuenta, pero después Javier Mascherano cometió una falta que derivó en penal para los africanos y ahí el pase a la siguiente etapa se puso en riesgo. Pero sobre el final, Rojo sentenció el encuentro disputado en el Zenit Arena.
Un escenario que quedará en la memoria colectiva. El equipo que estaba contra las cuerdas y al borde del KO metió su golpe de gracia y le grita al mundo que sigue en pie. En la próxima etapa enfrentará a Francia, en Kazán, el sábado a las 11 horas.
Fuente: La Nación.com.ar