La detención de cubanoamericanos en los aeropuertos de Cuba por varias horas y su regreso forzado a Estados Unidos se está convirtiendo en la norma. Los casos más recientes son los de los artistas Coco Fusco y Gean Moreno, que planeaban asistir a la Bienal de arte alternativa que se celebra en La Habana desde el 5 de mayo.
La semana pasada, fue noticia el viaje frustrado a Cuba de la periodista Arlena Amaro, presentadora de noticias de la cadena Telemundo en San Antonio, Texas. Amaro planeaba visitar a su familia, pero no pudo salir del aeropuerto de Santa Clara. Un agente de inmigración le dijo que no se le permitía entrar al país, y unas horas más tarde tuvo que regresar a Miami en el mismo avión en que había llegado.
El 3 de mayo, Coco Fusco, artista y profesora de la Universidad de la Florida, no pudo pasar del puesto de Inmigración en el aeropuerto de La Habana. Al día siguiente, Gean Moreno, artista y curador del Instituto de Arte Contemporáneo de Miami (ICA), llegó hasta el carrusel del equipaje, pero no pudo recogerlo.
Algo llamó la atención de las autoridades, que lo detuvieron y lo interrogaron durante 10 horas antes de obligarlo a regresar a Miami.
Moreno llevaba en la maleta una obra del artista Ernesto Oroza, que también reside en Miami, y panfletos informativos con el logo de la #00Bienal. Las autoridades cubanas se los confiscaron.
"Cuando vieron el logo de la #00Bienal se pusieron histéricos y empezaron a recitar artículos del Código Penal que tenían que ver con 'propaganda enemiga'", cuenta Fusco al referirse al incidente con Moreno. Según las leyes cubanas, ese delito puede ser penado hasta con 15 años de cárcel.
La detención de Fusco en el aeropuerto de La Habana, que comenzó como una lección de un agente de inmigración a una empleada que estaban entrenando, culminó con el regreso obligatorio a Miami de la artista.
"Él le dice [a la empleada] que la pantalla de la computadora indica 'circulación controlada', refiriéndose a mí", cuenta Fusco. "Cuando ve que yo lo oigo, me mandan a sentar. Más tarde sale un funcionario y me dice que no podía entrar al país, que tengo que volver en el próximo vuelo"
Cuando Fusco pidió una explicación, recibió un "No tenemos respuesta", similar al que le dieron a la periodista Arlena Amaro.
La académica, nacida en Estados Unidos de padres cubanos, viaja con frecuencia a Cuba desde hace 34 años, y nunca había sido detenida en el aeropuerto de La Habana hasta el año pasado. Entonces le preguntaron si tenía intenciones de visitar a Tania Bruguera.
"Lo curioso es que Bruguera no estaba en Cuba en ese momento y ellos lo sabían", contó Fusco, que entonces respondió a los funcionarios que, como estudiosa del arte cubano, se proponía reurnirse con Bruguera.
Fuente: El Nuevo Herald.com