Más de 150 inmigrantes de la caravana de Centroamérica que arribaron a la frontera con California ya se han entregado a autoridades estadounidenses para que su solicitud de asilo sea estudiada, según la cifra ofrecida hoy por activistas que los acompañan.
Esta mañana, los organizadores de la caravana que atravesó México recibieron notificación por parte de agentes fronterizos de que aceptarían a 70 personas, el número más grande en un solo turno desde que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) empezó a recibir el pasado lunes a los centroamericanos.
Con ello, suman hasta ahora 158 individuos, incluyendo madres con sus hijos, que ya han sido atendidos por autoridades estadounidenses.
Aún quedan cerca de 50 personas esperando su turno en un campamento instalado a las afueras del cruce peatonal de San Ysidro, entre Tijuana (México) y San Diego (California), y otros 25 que esperan desde albergues para inmigrantes en México, detallaron activistas del grupo Pueblos Sin Fronteras.
Desde la noche del domingo, decenas de inmigrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras, que dicen huir de la violencia existente en sus países, han acampado a las afueras del cruce peatonal de San Ysidro y, pese a que se ha recomendado esperar en albergues aledaños, los grupos han optado por mantenerse a la intemperie por miedo a perder su lugar en la fila.
CBP había anunciado a la llegada de la caravana -inició su trayecto con unas 1.500 personas en Tapachula (México) hace unas semanas- que deberían esperar en México mientras se liberaba espacio en el puerto de entrada para procesar sus solicitudes de refugio.
La caravana atrajo la atención del presidente Donald Trump, quien ha insinuado que buscará reformas a las leyes migratorias para dificultar que personas indocumentadas soliciten asilo político.
Cifras oficiales muestran que de todas las peticiones de asilo que recibe Estados Unidos al año, sólo un pequeño porcentaje son aprobadas.
En el año fiscal 2016 se recibieron 65.218 solicitudes, de las cuales se aceptaron 8.726, según estadísticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos. El resto de las peticiones fueron denegadas, abandonadas o retiradas, entre otras circunstancias no especificadas dentro de los números oficiales.