China y Estados Unidos han acordado establecer un “mecanismo de trabajo para estrechar su comunicación” sobre sus disputas comerciales, aunque reconocieron hoy que “todavía existen grandes diferencias” entre ellas y tienen que “seguir trabajando” para atajarlas, según informó la agencia Xinhua.
“La negociación económica y comercial entre China y EEUU ha llegado a acuerdos en algunas cosas”, pero “ambas partes se han dado cuenta de que en algunos asuntos todavía existen grandes diferencias. Se necesita seguir trabajando para conseguir más progresos”, publicó Xinhua.
Ambos países decidieron establecer este sistema de trabajo en el segundo día de negociaciones entre la delegación estadounidense que aterrizó el miércoles en Pekín, liderada por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y las autoridades chinas, encabezadas por el viceprimer ministro, Liu He.
Antes de que comenzaran las negociaciones, Washington presentó a Pekín un borrador de discusión con ocho puntos al que ha tenido acceso Efe con sus peticiones principales, entre las que destaca un compromiso común para reducir el abultado déficit comercial de EEUU en 100.000 millones de dólares en 2018 y otros 100.000 en 2019.
Washington también solicitó al Gobierno chino que proteja los derechos de propiedad intelectual, que deje de subvencionar las tecnologías avanzadas y reduzca los aranceles a la importación de “productos de sectores no críticos” a niveles que no superen las tarifas que aplica EEUU, entre otras peticiones.
Fuentes cercanas a la negociación citadas por Efe Dow Jones dijeron que las autoridades chinas consideraron “injusta” la propuesta estadounidense, mientras que las autoridades de EEUU no quisieron hacer comentarios sobre el documento.
En el marco de las conversaciones, China ha planteado también las sanciones impuestas por EEUU a la tecnológica ZTE, informó Xinhua, y la delegación norteamericana se comprometió a trasladar la preocupación del país al presidente estadounidense, Donald Trump.
EEUU prohibió en abril a todas las empresas del país la venta de componentes al gigante chino de las telecomunicaciones ZTE durante los próximos siete años por no haber cumplido un acuerdo firmado en 2017.
Esta medida, considerada muy “injusta” por la firma china, pondrá en peligro su subsistencia y también dañará a sus socios, incluidas compañías estadounidenses, según lamentó la propia compañía.
Fuente: Agencia EFE