Pocos esperan que el vicepresidente Mike Pence llene el vacío dejado por la ausencia del presidente Donald Trump en la próxima octava Cumbre de las Américas en Perú. Ahí hace su entrada el senador Marco Rubio, republicano por la Florida.
Rubio dijo a McClatchy que asistirá a la cumbre, donde se espera que llene el vacío de liderazgo en un momento crítico para un gobierno que ha pedido a la región que tome medidas más fuertes contra Venezuela. El vicepresidente Pence asumirá el papel de Trump en la cumbre.
“Cuando Trump decidió no asistir a la cumbre abrió la puerta para que Rubio sea una voz destacada”, dijo José Cárdenas, quien sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional durante la presidencia de George W. Bush y habla regularmente con funcionarios del gobierno de Trump.
Nadie puede reemplazar al presidente, pero los aproximadamente otros 30 líderes latinoamericanos en la cumbre saben que Rubio es una persona cercana a Trump y es visto como el principal asesor del presidente en asuntos de las Américas, particularmente de Venezuela y Cuba. Rubio también conoce personalmente a muchos jefes de Estado de la región.
Trump le avisó a Rubio antes del anuncio oficial de su decisión de no asistir a la cumbre. El senador cubano-americano ha tenido mucha influencia en asuntos latinoamericanos en el gobierno de Trump. Además, el nominado de Trump para el Departamento de Estado, Mike Pompeo, también escucha los consejos de Rubio sobre la región. Cuando era legislador federal por Kansas, Pompeo apoyó a Rubio por encima de Trump para las elecciones presidenciales del 2016.
Esta será la primera vez que un presidente estadounidense no asiste a la Cumbre de las Américas. Es un golpe para el “El año de las Américas” que el gobierno trata de promover.
“No hay nada que enfoque la burocracia o las noticias como el presidente de Estados Unidos”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas, con sede en Washington, quien testificó en el Congreso el martes sobre la cumbre.
Pence ocupará oficialmente la vacante de Trump y presentará los mensajes de la Casa Blanca, pero aunque Pence ha visitado la región, no ha demostrado un gran interés, dijo Benjamin Gedan, quien fue director de América Latina en el Consejo Nacional de Seguridad en el gobierno de Obama.
Rubio ha dedicado su carrera en el Senado a ese tema, de manera que puede mostrar a los líderes latinoamericanos al interés y el compromiso de Estados Unidos con América Latina. Pero la influencia de Rubio tiene límites.
Rubio, quien planeaba asistir a la cumbre incluso antes que Trump decidiera no ir, se reunirá con Pence el miércoles para compartir sus ideas. Rubio discutirá la importancia del liderazgo y el compromiso estadounidense para trabajar con aliados regionales a internacionales para ofrece más asistencia humanitaria a través de organizaciones no gubernamentales al pueblo de Venezuela.
Sobre Cuba, exhortará al gobierno a aumentar sus esfuerzos para apoyar el movimiento a favor de la democracia y los derechos humanos en la isla, y resaltará la importancia de reunirse y acercarse a la sociedad civil cubana.
“Lo que se pide ahora a América Latina es muy difícil, que es imponer sanciones a Venezuela. Panamá lo ha hecho. Pero ningún otro país en la región está dispuesto a dar ese paso”, dijo Gedan.
Desde que Trump asumió la presidencia, ha estado escuchando a Rubio, especialmente sobre América Latina.
Fue Rubio quien dio al gobierno de Trump una lista de funcionarios venezolanos que fueron sancionados el mes pasado.
Rubio también ha ayudado a redactar la revisión de la política hacia Cuba que llevó a Trump en su primera visita presidencial a Miami a cumplir una promesa de campaña a los cubanos conservadores que lo ayudaron a llegar a la Casa Blanca.
Fuente: El Nuevo Herald.com