En Estados Unidos hay millones de inmigrantes que llegaron al país persiguiendo un amoro que en su defecto decidieron quedarse para formar un hogar con un ciudadano estadounidense.
Cuando un ciudadano estadounidense o portador de Green Card se casa con un inmigrante queda abierta la posibilidad de que apliquen para la residencia permanente o Green Card por matrimonio y así puedan asegurar la estadía legal en EEUU.
Ademas de un nutrido folio de requisitos y documentos que se deben enviar con la solicitud para la residencia legal hay una prueba con los agentes migratorios para confirmar si el amor que los casados dicen profesarse en los documentos es real.
Para evitar fraudes de matrimonios por conveniencia las autoridades migratorias de EEUU en cabeza de USCIS realizan, a discreción de los oficiales migratorio, un examen oral para comprobar la autenticidad de la historia de amor.
Preguntas iniciales:
¿Cuándo se conocieron?
¿Dónde fue la primer cita?
¿Dónde se dieron el primer beso?
Las parejas deben demostrar que sus relaciones son reales al proporcionar pruebas de que viven juntos presentando una copia del acuerdo de arrendamiento, partida de matrimonio, fotos de su historia juntos, extractos de cuentas bancarias, préstamos y demás documentos que den fe de la unión.
Aún así, los funcionarios y los abogados de inmigración advierten que responder todas las preguntas correctamente no necesariamente da como resultado la codiciada “Green Card”.
Si el oficial migratorio duda en algún momento de la autenticidad del matrimonio no dudará dos veces en separar a la pareja para entrevistarlos por separado haciendo preguntas como estas:
¿Cómo se conocieron?
¿Qué tan pronto después de conocerse comenzaron a salir?
¿Cuándo conociste a las familias de tu pareja?
¿Cómo decidiste casarte?
¿Dónde compraste el anillo?
¿Cómo te propuso o propusiste matrimonio?
¿Cómo era la boda y quién asistió?
¿Qué hiciste después?
El objetivo es que usted le cuente en detalle su historia de amor al oficial al punto que no quede duda de su veracidad.
Los abogados migratorios aseguran que los oficiales de inmigración suponen que toda relación matrimonial es un fraude y que su misión en la entrevista es demostrar lo contrario.
Dependiendo de la entrevista, un oficial de inmigración también puede hacer preguntas más difíciles como estas:
¿Cómo entras a tu casa?
¿Qué metro o bus toma tu pareja?
¿Qué hiciste ayer por la noche?
¿Qué hiciste para Navidad?
¿Qué regalo le diste a tu pareja en su último cumpleaños?
¿Cuándo fue la última vez que tu pareja se vio con tus padres?
¿Dónde conociste a los hermanos y hermanas de tu cónyuge?
¿Su cónyuge tiene tatuajes?
Si el oficial de inmigración aún no está convencido una vez que el proceso este completo, el solicitante podría recibir un aviso de intención de denegación.
El solicitante tiene la oportunidad de responder y, si se rechaza la respuesta, puede presentar una nueva petición o apelación. En algunos casos, los solicitantes son remitidos a un tribunal de inmigración.
Recuerde que cualquiera que sea sorprendido mintiendo podría enfrentar prisión y una multa de hasta $250,000 dólares.
Fuente: La Opinion.com