“Ella se da cuenta de lo afortunada que es”, explica William Shaheen al diario USA Today. Ella es la mujer que la semana pasada cobró un premio de 352 millones de dólares de la lotería Powerball, y que aún sigue litigando para que su nombre no se haga público, pese a que la ley de New Hampshire así lo demanda. Su abogado defiende que, de conocerse su identidad, sufriría el riesgo de sufrir abusos “por parte de las personas deshonestas”, como “históricamente” sucede con los ganadores de la lotería.
No sería la primera vez, en efecto, en que ganar la lotería se convierte en una pesadilla.
Craigory Burch Jr. obtuvo 400.000 dólares en noviembre de 2015, al acertar los cinco número de la lotería Fantasy 5 en el estado de Georgia. Dos meses después, tres hombres enmascarados entraron en su casa en la localidad de Fitzgerald. “Les dijo, no lo hagáis, hermanos, no lo hagáis delante de mis niños. Por favor, no lo hagáis delante de mis niños y de una mujer mayor”, explicó su novia, Jasmine Hendricks. Le dispararon y le mataron.
Abraham Shakespeare, un trabajador del servicio de recogida de basuras de Lakeland (Florida), ganó 30 millones en noviembre de 2006. Tenía entonces 41 años, y apenas sabía leer o escribir. No tenía ni licencia de manejo ni tarjeta de crédito, pero compró un par de boletos de lotería y se hizo multimillonario. En noviembre de 2009 se reportó su desaparición. Su cuerpo fue hallado en enero de 2010: llevaba mas de ocho meses muerto, asesinado por Dorice Moore, una mujer que se hizo su amiga para quitarle todo lo que tenía, incluso la vida.
En el caso de Evelyn Adams, fue ella quien se labró su desgracia. En octubre de 1985 ganó 3,9 millones de dólares en la lotería de Nueva Jersey; apenas cuatro meses después, logró otro premio de 1,4 millones. Por entonces tenía 32 años y trabajaba en una tienda 7-Eleven de Point Pleasant Beach. Sólo unos años después, estaba viviendo en un hogar móvil, tras perder su fortuna en los casinos de Atlantic City.
William Post III ganó 16,2 millones de dólares en 1988 en la lotería de Pennsylvania. Iba a recibir medio millón al año, pero a los tres meses de cobrar su primer cheque ya debía medio millón (se compró un restaurante, un avión, un aparcamiento…). Su hermano trató de contratar a un asesino a sueldo para que le matara; y él mismo fue condenado por disparar a un hombre que vino a cobrar deudas a su casa. “Todo el mundo sueña con ganar dinero, pero nadie se da cuenta de las pesadillas que conlleva, o los problemas”, afirmó en 1993.
Fuente: Telemundo.com