El Laboratorio de Investigación de ESET analiza el caso Facebook a raíz de la supuesta filtración de datos de más de 50 millones de usuarios de la red social y explica por qué, para esa entidad, no se trató de un robo de información.
En 2014 la aplicación denominada “This is your digital life”, que funcionaba como un test de personalidad online en Facebook, recopiló información de más de 270 mil usuarios así como también de sus contactos. De este modo, se logró crear una base de 50 millones de usuarios aproximadamente.
Sin embargo, la recopilación de dichos datos se hizo de acuerdo a los términos y condiciones de uso especificados por la red social para aplicaciones de terceros. Es decir, los usuarios aceptaron – con o sin conocimiento – los términos y condiciones y así dieron acceso a su información.
Luego esa información fue transferida a otra empresa que la utilizó con otros fines de análisis, y es esto lo que detona la discusión al respecto de la actuación de Facebook.
A continuación se detalla la cláusula de Facebook en relación a este punto, que está vigente hoy en día: “En relación con el contenido con derechos de propiedad intelectual (contenido de propiedad), como fotos y videos, nos otorgas específicamente el siguiente permiso, sujeto a tu configuración de la privacidad y de las aplicaciones: nos otorgas una licencia no exclusiva, transferible, con posibilidad de ser subotorgada, exenta de derechos de autor y aplicable globalmente para utilizar cualquier contenido de propiedad intelectual que publiques en Facebook o con relación a Facebook (licencia de propiedad intelectual).
Esta licencia finaliza cuando eliminas tu contenido de propiedad intelectual o tu cuenta, a menos que el contenido se haya compartido con terceros y estos no lo hayan eliminado”.
Mientras que en lo referente al manejo de información por parte de aplicaciones, la red social tiene la siguiente cláusula: “Al utilizar una aplicación, esta podrá pedirte permiso para acceder a tu contenido e información, así como al contenido y la información que otras personas hayan compartido contigo.
Exigimos que las aplicaciones respeten tu configuración de privacidad, y será tu acuerdo con la aplicación en cuestión el que regirá la forma en que esta utilizará, almacenará y transferirá el contenido y la información que compartas. Para obtener más información sobre la plataforma, incluido cómo controlar qué información pueden compartir otras personas con las aplicaciones, lee nuestra Política de datos y la página de la plataforma”.
Por último, otra cláusula interesante sobre el manejo de información que hace Facebook para cuestiones de publicidad es la siguiente: “Nos concedes permiso para usar tu nombre, foto del perfil, contenido e información en relación con contenido comercial, publicitario o relacionado (como una marca que has indicado que te gusta) procedente de Facebook o que hayamos optimizado. Esto significa, por ejemplo, que permites que una empresa u otra entidad nos paguen por mostrar tu nombre o foto del perfil con tu contenido o información sin que recibas ninguna compensación por ello. Si has seleccionado un público específico para tu contenido o información, respetaremos tu elección cuando los usemos”.
Según Camilo Gutierrez, Jefe de Laboratorio de ESET Latinoamérica: “muchos usuarios desconocen que las redes sociales, aplicaciones y servicios, recopilan información personal”. A su vez, el experto agrega: “para evitar este tipo de situaciones es fundamental e imprescindible que los usuarios conozcan cuáles son los términos y condiciones que están aceptando al momento de utilizar cualquier aplicación o subir información personal en una red social. La idea es no ponerse paranoico, sino simplemente, ser consciente de qué es lo que ocurre con la información y actuar en consecuencia. Los usuarios deben saber dónde comparten información, qué están subiendo y qué datos permiten que se conozcan o se vean expuestos”.
Fuente: Alta Densidad.com