El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump propuso el jueves “un pequeño bono” para entre 10% y 40% de maestros que estén calificados o reciban capacitación para portar y usar armas en las escuelas públicas del país, como parte del repertorio de ideas que sopesa para mejorar la seguridad escolar.
A raíz de la masacre en la secundaria “Marjory Stoneman Douglas” en Parkland (Florida) la semana pasada, Trump sostuvo por segundo día consecutivo una reunión en la Casa Blanca para estudiar formas de atajar la violencia derivada de las armas, aún con ideas que podrían enfrentarlo con la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).
En esta ocasión, se reunió con autoridades locales y estatales de Nueva York, Florida, Georgia, Indiana, Kentucky, Arkansas, Colorado, y Carolina del Norte, a quienes dijo que apoya que “ciertas personas altamente expertas”, puedan portar armas ocultas en los colegios.
El mandatario calculó que entre un 10% y un 40% de los 3,5 millones de maestros en escuelas públicas podrían recibir “un pequeño bono” o dinero extra, y su Administración solicitaría fondos federales para capacitarlos en el uso de armas.
“Tenemos que endurecer nuestras escuelas, no ablandarlas…. los tiradores no entran a una escuela si el 20% de las personas tiene armas”, argumentó Trump.
En la mañana, en una serie de mensajes en Twitter, Trump había propuesto que un 20% de los maestros y personal escolar con experiencia militar o capacitación especializada pudiesen usar armas.
Bajo presiones políticas de responder con contundencia a los tiroteos masivos, Trump promovió de nuevo la idea de fortalecer el proceso de revisión de antecedentes de los compradores de armas, y de aumentar de 18 a 21 la edad mínima para la compra de armas de asalto.
Trump afirmó ayer ante padres y estudiantes sobrevivientes de la masacre en Parkland, que también apoya prohibir la venta de dispositivos, conocidos en inglés como “bump stocks”, que aumentan la capacidad de tiro de armas semiautomáticas, convirtiéndolas en ametralladoras.
El mandatario sostendrá un tercer encuentro sobre el tema de las armas con un grupo de gobernadores la próxima semana.
Tanto en la reunión de ayer como en la de hoy, Trump repitió algunos de los argumentos que ha utilizado la NRA en defensa de la tenencia de armas, sugiriendo que la solución está en saber responder a las balas de criminales.
En ese sentido, el mandatario rechazó la idea de realizar simulacros en los colegios para que los estudiantes aprendan a protegerse, calificando esos ejercicios como “algo loco” y “muy duro para los niños”.
“Creo que es algo muy negativo para discutir, no me gusta. No le quiero decir a mi hijo ´tendrás que participar en un simulacro por un tirador activo. Preferiría una escuela endurecida”, afirmó.
Se refería a que las escuelas tuviesen personal armado, una idea que propuso la NRA tras la masacre de 20 niños y 6 maestros en la escuela primera “Sandy Hook”, en Newtown (Connecticut) en diciembre de 2012.
Soló un puñado de gobiernos estatales ha aprobado leyes para que los maestros y demás personal en las escuelas puedan portar armas, sin pasos significativos a nivel federal.
Además, la propuesta de armar a maestros, que ya enfrentó el rechazo de la Asociación Nacional de Educación, uno de los principales gremios de maestros en el país, podría costar al menos un billón de dólares.
A la salida del encuentro, la fiscal general de Florida, Pam Bondi, dijo a la prensa que le comunicó a Trump la idea de una “orden de restricción judicial contra la violencia de las armas”, de tal manera que ciertas personas hospitalizadas por trastornos mentales no puedan tener acceso a éstas.
La idea es que la policía tenga 72 horas para determinar si devuelve o no las armas a esas personas, dependiendo de si son un peligro para si mismas o para la seguridad pública, agregó Bondi, quien apoyó también crear una aplicación para que los estudiantes en Florida puedan enviar información a las autoridades policiales en momentos de crisis.
Durante la rueda de prensa diaria, un portavoz de la Casa Blanca, Raj Shah, insistió en que Trump apenas está en la “fase de escuchar” ideas de distintos bandos en el asunto y que por ahora ninguna idea está descartada pero tampoco está listo ningún proyecto de ley.
Sobre el costo que supondría armar y capacitar a al menos 700,000 maestros, Shah afirmó que estas ideas todavía no toman cuerpo en un proyecto de ley, pero sugirió que no se le puede poner precio a la seguridad en las escuelas.
Shah afirmó que, al final, Trump “hará lo correcto” para reducir la violencia de las armas, pero no precisó si eso incluirá enfrentarse a la NRA, a la que juró “nunca decepcionar”.
Según Shah, Trump habló por telefoneó con los dirigentes de la NRA el pasado fin de semana, y el propio mandatario anticipó que la organización “hará lo correcto”.
Sin embargo, durante el encuentro anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), en un suburbio de Maryland, el presidente de la NRA, Wayne LaPierre, repitió su consabida queja de que los demócratas y grupos afines quieren “eliminar la Segunda Enmienda y nuestras libertades” para la tenencia de las armas, y establecer una agenda “socialista”.
Fuente: La Opinión