Con un Grammy Latino bajo el brazo por su anterior álbum, “A quien quiera escuchar”, Ricky Martin mira ya al verano con “Fiebre”, tema en el que su estilo pop vuelve a jugar con el reguetón cuando aún resuenan por todo el planeta los ecos de otro hito de la fusión, “Despacito” de su compatriota Luis Fonsi.
“Creo que he disfrutado más que él con su éxito. Lo celebro no solo porque venga de Puerto Rico, sino porque es un buen hombre y un verdadero músico, hambriento por el aplauso, que ha llevado nuestro idioma a todas partes”, asegura al preguntarle si se siente pionero de una fórmula musical bajo la que han triunfado otros músicos tras sus pasos.
En ese sentido, en una charla celebrada en una fugaz parada en Madrid junto a sus hijos, no puede más que felicitarse por su reencuentro en “Fiebre” con otros compatriotas suyos, las figuras mundiales del urbano latino Wisin & Yandel.
“Yo no puedo meterme solo en el género del pop, en el que he nacido; si puedo jugar un poco con el reguetón, con el jazz o con el rock, ¿por qué no? Además, ellos dos son guerreros que siempre están pensando y que tienen una marcha creativa muy contagiosa”, subraya quien no descarta ni probar el ‘trap' “siempre que se haga bien”.
Fuente: El Nuevo Herald