Cuando hablamos de abrir un negocio de futuro, la duda principal que a veces aqueja a los emprendedores es la siguiente. ¿Invierto en un negocio propio o en un negocio de franquicia?
Para comprender la diferencia entre una y otra es necesario entender que toda franquicia empezó siendo el negocio propio de alguien. Un negocio que tuvo que afrontar riesgos y superar obstáculos, con el fin de minimizar al máximo la posibilidad de fracaso del negocio.
Ambos tienen en común que suponen riesgos para quien invierte en ellos. Es decir, ninguna garantiza el éxito. Muchos factores son los que pueden determinar que un negocio independiente o un negocio de franquicia tenga éxito o acabe cerrando por registrar pérdidas. Lógicamente el producto, servicio, procedimientos de gestión… de una franquicia están más consolidados, pero esto no le garantiza nada al franquiciado.
Por lo tanto, es complicado definir cuál es la mejor opción de inversión. Si un modelo de negocio propio o de franquicia. A continuación, le ofrecemos las diferencias entre uno y otro. Además, comentamos las ventajas e inconvenientes que presenta cada uno de ellos.
Ventajas de Invertir en un Negocio de Franquicia
- A la hora de abrir un negocio de franquicia, sabemos que los riesgos son algo menores. Pues se trata de un modelo de negocio con un producto, un servicio y unos procesos de trabajo que ya han sido probados y estudiados. Y que, en teoría, han tenido éxito antes.
- El franquiciador le ofrece al franquiciado (o así debería ser en la práctica) sus conocimientos y experiencia. Es decir, el know-how de la franquicia. En este aspecto, optar por invertir en un negocio de franquicia puede ser una buena idea cuando el emprendedor no tiene experiencia en el sector.
- Se simplifica el modo de gestión de la nueva empresa. En este modelo ya existen unos procedimientos para administrar todo el trabajo del negocio de franquicia.
Desventajas de Abrir un Negocio de Franquicia
Cuando el franquiciado pide información a la franquicia antes de tomar su decisión, ésta se presenta como un negocio de resultados seguros. Sin embargo, invertir en un negocio de franquicia también tiene sus desventajas:
- Para abrir un negocio de franquicia, el franquiciado debe realizar una alta inversión inicial.
- El emprendedor cuenta, en este caso, con muy poco margen de maniobra. Pues el control del negocio viene predeterminado por el franquiciador. Cuando el inversor firma su contrato franquicia se compromete a respetar las regulaciones, procedimientos y reglas de la franquicia. Por lo tanto, el emprendedor tendrá que seguir los parámetros marcados por el franquiciador. Pierde autonomía y capacidad para establecer prioridades, abaratar costes en decoración, productos, empleados, etc. En definitiva, pierde autonomía y poder sobre su negocio de franquicia.
- El emprendedor cuenta con pocas posibilidades de expandir su negocio, más allá de hacerse cargo de su propio local.
Ventajas de Invertir en un Negocio Propio
- No existen las cuotas iniciales que el emprendedor tendría que pagar en el caso de abrir un negocio de franquicia en concepto del uso de la marca (canon de entrada).
- El emprendedor cuenta con una mayor autonomía en la gestión de su negocio propio. Por lo tanto, es libre de crear sus procedimientos, normas y sistemas de trabajo. Optar por un negocio independiente también ofrece más posibilidades de innovación.
- Invertir en una empresa propia ofrece a su dueño una mayor libertad a la hora de pactar alianzas y sociedades con otras empresas, elegir sus propios proveedores, etc.
Negocios Propios: Desventajas de Invertir en ellos
Invertir en una empresa propia siempre es un tema agridulce: el emprendedor tiene la oportunidad de materializar sus sueños. Pero todos los comienzos son duros. Las principales desventajas de abrir un negocio independiente son las siguientes:
- Si bien es cierto que ninguno de los dos modelos de negocio nos asegura el éxito, en el caso de la empresa propia la posibilidad de riesgo es mayor. Puesto que estamos llevando a cabo una idea (con todo lo que ésta conlleva: su materialización, su gestión, la calidad del producto/servicio…) que no sabemos si va a funcionar.
- Todos los procedimientos de trabajo y normas de negocio se desarrollan desde cero. Por lo que los resultados pueden tardar más tiempo en llegar.
- Suele ser más difícil obtener financiación para este tipo de modelo de negocio.
Para decidir en qué modelo de negocio invertir, tengamos en cuenta cuál es nuestra intención. Si hacer realidad nuestra propia idea o abrir un negocio ya implantado que, aunque sea más costoso en su inicio, ya tenga parte del recorrido hecho.
Es importante tener en cuenta que cada modelo de negocio cuenta con una serie de particularidades. Y que habremos de analizar antes de decidir por cuál nos decantamos. En el caso de elegir abrir un negocio de franquicia, también habremos de estudiar y contrastar los datos que nos ofrece el franquiciador antes de firmar el contrato.
Fuente: Peña, Ochoa y Granados. Madrid, España.