Estados Unidos acusó hoy a Cuba de saber cómo ocurrieron los supuestos ataques al personal de su embajada en La Habana y no decírselo, mientras admitió por primera vez que no tiene certeza de que se tratara de agresiones acústicas.
"Creemos que el Gobierno de Cuba tiene la respuesta a esto y deberían estar haciendo más para ayudarnos a resolverlo. El Gobierno de Cuba sabe lo que pasó, así que nos gustaría que nos lo contara y que no volviera a ocurrir", afirmó hoy el subsecretario de Estado para Diplomacia Pública y Asuntos Públicos, Steve Goldstein.
Tanto él como el subsecretario de Estado adjunto para Latinoamérica y el Caribe en funciones, Francisco Palmieri, reconocieron hoy que, más de un año después del primer ataque registrado, Estados Unidos no sabe ni quién está detrás ni su naturaleza.
"Seguimos sin tener respuestas definitivas sobre la fuente o la causa del ataque, la investigación sigue en marcha, el más reciente ataque confirmado ocurrió en agosto de 2017", explicó Goldstein.
Palmieri, en una audiencia sobre esta crisis en el Senado, sostuvo en varias ocasiones que EE.UU. no tiene pruebas de que agentes del Gobierno cubano perpetraran los ataques pero reiteró que La Habana, como mínimo, "falló" en su deber de proteger al personal estadounidense en la isla.
"Hubo ataques y 24 personas resultaron heridas. No hay duda de que esto ocurrió. No estamos satisfechos para nada con el Gobierno cubano y creemos que Cuba tiene las respuestas y simplemente no nos lo dicen", indicó hoy a los periodistas un alto funcionario del Departamento de Estado que prefirió el anonimato.
Las autoridades cubanas niegan tener culpabilidad o conocimiento de los ataques y aseguran no haber encontrado pruebas de estas supuestas agresiones en la investigación que efectuaron.
Sin embargo, tanto el Departamento de Estado como los senadores republicanos y demócratas que participaron en la audiencia aseguran que es imposible que ocurra un suceso de estas características sin que lo sepa el Gobierno de Cuba, ya que consideran que "conoce absolutamente todo lo que ocurre" en ese "Estado policial".
En este contexto, Estados Unidos no se plantea volver a enviar a la isla a los funcionarios que repatrió durante esta crisis, que ha dejado su embajada en La Habana bajo mínimos.
Tampoco ha indicado que estudie el regreso de los 17 funcionarios cubanos que expulsó de Washington a raíz de este suceso.
El Departamento de Estado, que desde el primer momento calificó los supuestos ataques como "sónicos", admitió hoy por primera vez que no está seguro de fueran una agresión acústica.
"Yo no descarto nada. No estoy diciendo que sea un ataque acústico, pero sí sabemos que hay un elemento acústico asociado con ellos, que puede ser parte de otro estilo de ataque", afirmó hoy el director adjunto de seguridad diplomática del Departamento de Estado, Todd Brown, en una audiencia en el Senado sobre este tema.
Preguntado al respecto, Goldstein subrayó que el hecho de que no haya certeza sobre que se trate de ataques acústicos "no significa que no haya otra causa".
"Lo que tenemos claro es que hay 24 heridos, que ocurrió y que fue deliberado", insistió, para anunciar que en los próximos días se nombrará a un consejo de revisión del caso en el Departamento.
Varios senadores preguntaron a Brown por un informe preliminar del FBI, filtrado recientemente a la prensa, en el que se indica que su investigación en La Habana no ha encontrado pruebas de que sean ondas sónicas las causantes de los daños de salud sufridos por ese grupo de personal diplomático y sus familiares.
"Bueno, posiblemente no son acústicos, posiblemente utilizaron microwave (microondas) u otra tecnología, pero es irrelevante, es importante saber cuál fue el método que fue utilizado (...) pero al final del día supimos que hubo un ataque", dijo a Efe el senador republicano Marco Rubio tras la sesión que presidió.
Tanto él como el senador demócrata Bob Menéndez (ambos cubanoamericanos) preguntaron a Palmieri si se había abordado el tema de los ataques con Rusia, ante la sospecha de que el Kremlin pueda estar detrás.
Palmieri dijo que prefería responder a esa cuestión en una sesión cerrada al público y aseguró, a preguntas de Rubio, que no tiene constancia de que las agresiones hayan sido obra de agentes de línea dura del castrismo opuestos a la normalización de relaciones entre EE.UU. y Cuba impulsada por el expresidente Barack Obama en 2014