Más de once millones de hogares hispanos con ingresos anuales inferiores a los $75,000 verán un aumento en sus impuestos si el Congreso pone en marcha un polémico plan de reforma fiscal por $1,5 billones en una década, advirtieron este miércoles activistas comunitarios.
El Senado prevé someter a voto, tan pronto como mañana viernes, un plan de recortes de impuestos que, según sus promotores republicanos, reformará el sistema tributario, ayudará a la clase media, e incentivará la creación de empleos. La Cámara de Representantes aprobó su versión el mes pasado, y tendrá que ser armonizada en un solo texto con la que apruebe el Senado.
El plan afronta el rechazo unánime de los demócratas y grupos cívicos progresistas en todo EEUU porque, entre otros elementos, los recortes de impuestos son permanentes para las corporaciones, pero son temporales, hasta 2025, para los individuos.
Si el Congreso lo aprueba le daría al presidente Donald Trump una importante victoria política, y los republicanos tendrían algo que mostrar a su base, de cara a los comicios de noviembre de 2018.
Trump ha “vendido” el plan como un “regalo navideño grande y bello”, y durante una visita a Missouri ayer reiteró que éste beneficiará a las familias de clase media.