Después de 73 años juntos y 69 de matrimonio Herbert y Audrey Goodine, una pareja de ancianos canadienses, fueron obligados a separarse por primera vez.
Faltaba solo una semana para la Navidad y solo pidieron un deseo a los responsables de la clínica de cuidado para personas mayores en las que se encontraban: que les dejaran pasar las fiestas juntos.
Pero se lo denegaron.
Herbert, de 91 años, fue trasladado el lunes a un centro de cuidados más avanzado que el compartía con Audrey, de 89.
Ahora cada uno está solo.
La separación forzada de los ancianos, que están juntos desde que él tenía 18 años y ella 16ha generado indignación en Canadá y en las redes sociales ante la pregunta de si es éticamente justificable distanciar a dos personas que han compartido casi toda su vida por "motivos de salud".
Los servicios médicos canadienses, según publicó en su cuenta de Facebook Dianne Phillips, la hija de ambos, avisaron el pasado viernes que Herbert debería ser trasladado a un centro de atenciones más avanzado, dado que su salud ha menguado en los últimos tiempos.
Tras una reciente evaluación médica, los especialistas decidieron que el hogar ya no era el mejor lugar para acomodarlo dado que la demencia que padece ha progresado a un punto en el que requiere un mayor nivel de atención.
El diario canadiense The Star informó que el lunes una camioneta trasladó a Herbert a otro centro de salud. Audrey, de acuerdo con el reporte, lo acompañó hasta el carro y se quedó en el mismo lugar mientras lo veía alejarse.
"Ya pasó la Navidad para nosotros"
De acuerdo con la hija, la noticia dejó devastados a sus padres desde el pasado viernes.
"Cuando hablé con ellos ayer, escuché a mi madre llorar y pude escuchar a mi padre también llorando atrás", relató en la publicación que fue compartida desde el domingo miles de veces.
Según explicó la hija, lo que más afecto a los ancianos fue que las autoridades tomaran la decisión de separarlos justo antes de las fiestas, unas fechas con un gran significado emocional para ambos.
"Mi madre me dijo: 'Ya pasó la Navidad para nosotros y esta es la peor Navidad que jamás tendremos. ¿Por qué no esperaron hasta después de las vacaciones?'", detalló.
Phillips explicó en su publicación que entendía que su padre necesitaba un mayor nivel de cuidado, pero que sintió que la instalación podría haber permitido que la pareja pasara juntos al menos las fiestas.
"Siento que la gente necesita saber cuán defectuoso es el sistema que tenemos. Las palabras que lo describen son 'poco ético y cruel' ", escribió.
"Esto nunca debería sucederle a otro ser humano".
Por lo pronto, la hija afirmó que los llevará a su casa durante las fiestas para que puedan, al menos así, pasar la Navidad juntos.