Los escándalos de acoso sexual de políticos y estrellas de cine dados a conocer este año en los Estados Unidos superaron, por mucho, las cifras de otros años, luego de que el reportaje del New York Times sobre el productor de Hollywood, Harvey Winstein desatara la campaña en redes sociales #MeToo (#YoTambién), con la cual mujeres hablaron de cómo hombres abusaron de su poder para abusar de ellas, incluidos varios políticos, demócratas y republicanos.
La Cámara de Representantes divulgó este martes que pagó $354,465dólares para resolver reclamos por discriminación y acoso en las oficinas de sus miembros durante un periodo de cinco años, de esa cifra $115,000 dólares fueron destinados a casos de acoso sexual.
Por uno de los casos se destinaron $85,000 dólares, por otro $20,000 y uno más de $10,000, según el reporte ordenado por el presidente del Comité de Administración, presidido por el republicano Gregg Harper, de Mississippi.
“Como dije desde el comienzo de esta revisión, un caso de acoso sexual es un caso importante”, indicó Harper. “Debemos crear una cultura dentro de nuestra comunidad en el Capitol Hill que inculque en cada empleado y empleador, nuevo y viejo, que no hay lugar para el acoso sexual en los pasillos del Congreso”.
Las estadísticas del Senado no han sido reveladas, aunado a que, Susan Tsui Grundmann, directora ejecutiva de la Oficina de Cumplimiento, rechazó la solicitud de datos del demócrata Tim Kaine, de Virginia.
Fue justamente en esa Cámara donde se dio uno de los casos más sonados este año, con los señalamientos hacia el demócrata Al Frenken, quien renunció para no entorpecer las investigaciones, pero pidió lo mismo por parte de los republicanos, comenzando por el presidente Donald Trump, señalado por 16 mujeres desde su campaña por acoso sexual.
De todos lo casos de políticos, estatales y federales, hay algunos que destacaron por su impacto a nivel nacional.
Roy Moore.- El excandidato republicano a senador por Alabama perdió la compatencia electoral luego de que dos mujeres lo acusaran de acoso sexual, cuando ambas eran menores en los años 70. La segunda denuncia se hizo pública después que el líder republicano del senado, Mitch McConnell, pidiera la renuncia de Moore como candidato, pero eso no ocurrió, ya que incluso fue apoyado por el presidente Trump.
Al Franken.- El demócrata, senador por Minesota, anunció su renuncia para finales de este año, tras acusaciones de abusos que ocurrieron presuntamente entre 2003 y 2010. Franken cumplía un segundo mandato en el Senado tras una carrera como comediante en “Saturday Night Live”, y era considerado “una estrella en ascenso” en el Partido Demócrata. “De todas las personas, yo estoy consciente de que existe cierta ironía en el hecho de que estoy saliendo (del Senado) mientras que un hombre que se regodeó en una grabación sobre su historial de ataques sexuales está en el Despacho Oval, se lamentó Franken desde el pleno del Senado.
John Conyers.- Otro demócrata es el congresista por Michigan, quien fue electo por primera vez en 1964, y anunció su renuncia el 5 de diciembre. La oficina del congresista reconoció que en 2015 se dio una indemnización de 27,000 dólares a una exempleada que asegura haber sido acosada por Conyers, quien ha negado el supuesto acoso. La lideresa de la minoría en la Cámara, Nancy Pelosi, fue de las demócratas que pidieron la renuncia de Conyers.