Las lenguas de fuego atravesaron rápidamente las áreas suburbanas del estado, obligaron a evacuar a decenas de miles de personas de sus casas y convirtieron sus posesiones en cenizas, pero no ocasionaron ninguna muerte o lesiones graves.
El humo oscureció el cielo del condado Ventura, ubicado a poco más de 90 kilómetros (60 millas) al noroeste de Los Ángeles, donde James y Josie Ralstin usaban mascarillas mientras sacaban algunas pertenencias de su hogar mientras una residencia cercana se quemaba.
Los incendios no son comunes en diciembre pero pueden ocurrir cuando la reseca vegetación y la falta de lluvia se combinan con los infames vientos de Santa Ana en la región. Casi ninguna lluvia significativa ha caído en el sur de California en los últimos seis meses.
La velocidad de las llamas hizo recordar los incendios forestales que azotaron la región vinícola en el norte del estado hace ocho semanas, en los que fallecieron 44 personas y miles de hogares y otros inmuebles quedaron destruidos.
Los incendios no son comunes en diciembre pero pueden ocurrir cuando la reseca vegetación y la falta de lluvia se combinan con los infames vientos de Santa Ana en la región. Casi ninguna lluvia significativa ha caído en el sur de California en los últimos seis meses.
La velocidad de las llamas hizo recordar los incendios forestales que azotaron la región vinícola en el norte del estado hace ocho semanas, en los que fallecieron 44 personas y miles de hogares y otros inmuebles quedaron destruidos.