Las elecciones catalanas de este 21-D han dado dos grandes titulares: Ciudadanos, con Inés Arrimadas al frente, logra una victoria histórica en votos y escaños (37). Y el bloque independentista mantiene la mayoría absoluta con 70 escaños con la lista de Junts per Catalunya (JxCat) liderada por el president cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha logrado 34 diputados. Por detrás se sitúa ERC, que obtiene 32 diputados y que ve relegadas sus altas expectativas. El PSC se sitúa en cuarta posición con 17 escaños, Catalunya en Comú, quinta fuerza con ocho parlamentarios, mientras que la CUP se haría con cuatro y el PP de Catalunya se vería relegada como última fuerza política con sólo tres diputados.
De esta forma, la jornada electoral deja dos grandes novedades, la victoria por primera vez del partido de Albert Rivera en unos comicios, y de una fuerza no catalanista que se impone en unos comicios en Catalunya tras sólo 10 años de vida parlamentaria, y la pujanza de la lista del expresident, Carles Puigdemont, que se ha impuesto a la de Oriol Junqueras contra todo pronóstico. La victoria de Arrimadas puede ser poco efectiva a la hora de iniciase una nueva etapa de gobierno como consecuencia de la ajustada mayoría absoluta que revalidan las fuerzas partidarias de la secesión.
Por primera vez del partido de Albert Rivera en unos comicios, en Catalunya gana una fuerza no catalanista y Puigdemont gana la partida a Junqueras
El hecho de que las fuerzas independentistas sumen 70 diputados supone que revalidan la mayoría absoluta que obtuvieron hace dos años, aunque con dos escaños menos (en 2015 consiguieron 72), un hecho determinante que marcará el futuro inmediato a la hora de formar gobierno si se confirman los datos provisionales y la distribución de esos escaños entre los tres partidos. Puigdemont puede tener en su mano de nuevo la presidencia de la Generalitat si cuenta con los apoyos de ERC, pero no necesitará el voto positivo de la CUP, sino simplemente su abstención.
Los resultados también pueden leerse como un serio toque de atención al Gobierno central y al partido que lo sustenta. El hecho de que la candidatura de Xavier García Albiol se haya visto relegado a la última posición con unos malos resultados que le hacen perder siete escaños, supone un acto de castigo por parte de los electores. Se tratan de momento de los peores resultados del PP en Catalunya. Además, con sus medidas en virtud del artículo 155 de la Constitución, Rajoy no habría conseguido rebajar las aspiraciones de los partidos independentistas.
La primera comparecencia pública de la noche era precisamente la de Albiol, que reconocía que los resultados habían sido muy malos para su partido: “Ha sido un mal día para el PP pero también para el futuro de Catalunya”. Sin hacer mucha autocrítica, el candidato destacó que “los independentistas parece que tendrían menos apoyos”, al tiempo que “los constitucionalistas no hemos sido capaces de sumar una mayoría alternativa al Parlament”, y es que “estaremos en la oposición algunos meses”, zanjó.
Se tratan de momento de los peores resultados del PP en Catalunya
En la misma línea, también puede leerse como un castigo de los electores a estas medidas del 155 los resultados del PSC, a pesar de que mejoran en un escaño con respecto a 2015. El hecho de que Iceta sumara a su candidatura la formación de Units per Avançar, con la pretensión de sumar los 103.000 votos que los herederos de Unió cosecharon en 2015 no ha producido el rédito esperado ni suficiente para elevar sus aspiraciones.
Miquel Iceta lamentó no haber conseguido los resultados que perseguían ni haber logrado que el bloque constitucionalista se hubiera impuesto para tener la oportunidad de formar gobierno. Al tiempo, advertía que el bloque secesionista ha obtenido menos diputados y no ha conseguido la mayoría de los votos emitidos, “algo que no debería sobrar”, dijo, de cara al futuro.
Como el PPC, la CUP también acusa un serio batacazo en estos comicios al descender siete escaños como los populares. Con estos resultados, el papel de los cuperos también se ve desvalorizado, sobre todo por los buenos resultados de los otros dos partidos independentistas. De esta forma, los votos afirmativos de la formación anticapitalistas no serían necesarios en un debate de investidura y bastaría con que se abstuvieran para que el president fuera eventualmente Carles Puigdemont. El candidato de la CUP, Carles Riera, compareció para comentar que “la república del 1-O ha ganado en estas elecciones”
Catalunya en Comú también ve devaluado un papel que las encuestas le daban como clave para la formación de un Ejecutivo en Catalunya, independentista o no
Catalunya en Comú también ve devaluado un papel que las encuestas le daban como clave para la formación de un Ejecutivo en Catalunya, independentista o no. El hecho de que JxCat y ERC sumen suficientes escaños como para investir a un president con la abstención de la CUP les arrebata ese protagonismo.
El candidato Xavier Domènech, no quiso entrar en los motivos de haber cosechado tres escaños menos. “Nos han colocado claramente en la oposición, que ejerceremos para construir el futuro que necesita nuestro país”. Y aunque “no eran los resultados que queríamos”, ha querido resaltar el hecho de que las fuerzas de izquierda haya obtenido unos pobres resultados, 61 escaños en total.
La situación del presidente cesado Carles Puigdemont, fugado a Bruselas para evitar la acción de la justicia española como sucediera con Junqueras y los exconsellers, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Turull, Raül Romeva, Meritxell Borràs y Dolors Bassa, también tiene relevancia para la futura conformación de un gobierno. De momento, se mantiene la orden judicial que haría que fuera detenido en cuanto pise suelo español. En tal caso, sería llevado ante el Tribunal Supremo para declarar y seguramente se decretaría su prisión preventiva. Pero el propio candidato se cuidó de asegurar que si era designado candidato para un eventual debate de investidura volvería para participar y para ser investido.
El expresident Puigdemont tiene más al alcance llevar a cabo su plan de restituir el Govern cesado
Está por ver si finalmente el resto de formaciones independentistas se avienen a ofrecerle su apoyo, si efectivamente Puigdemont cumple su palabra y vuelve y si el juez se aviene a dejarle participar en dicha investidura, aunque hay jurisprudencia que así lo avalaría. En todo caso, el expresident tiene más al alcance llevar a cabo su plan de restituir el Govern cesado.
Desde la candidatura de JxCat, Elsa Artadi valoró que el bloque del 155 había perdido y adjuntó algunos datos: “Puigdemont 34, Rajoy, 4” y “Independencia 70, 155, 57”. Después felicitó a ERC y a la CUP y se felicitó por una victoria que dedicó a los encarcelados.
Los datos contrastan con los de las elecciones del 27-S de 2015, cuando Junts pel Sí, la coalición independentista de ERC y PDeCat, se impuso con claridad al obtener 62 diputados y hacerse con el 39,59% de los sufragios (un total de 1,62 millones de votos), que sumados a los 10 diputados (8,21% de votos) de la CUP, permitieron superar el listón de la mayoría absoluta hasta los 72 escaños.
Las fuerzas independentistas suman 70 diputados, con lo que revalidan la mayoría absoluta que obtuvieron hace dos años aunque con dos escaños menos (en 2015 consiguieron 72)
Ciutadans se convirtió en la primera fuerza de la oposición al lograr 25 escaños y el 17,9% de los sufragios (736.364 votos), mientras que el PSC se convertía en tercera fuerza parlamentaria con 16 diputados (12,72%). La coalición de izquierdas de Catalunya Sí Que Es Pot, empataba con el PP de Catalunya a 11 asientos y porcentajes de votos muy similares (367.613 y 349.193 respectivamente).
Uno de los factores determinante en estos resultados es el gran aumento de participación que se ha registrado. Según los datos provisionales correspondientes a las 18:00 horas, la afluencia a lso colegios electorales ha superado el nivel récord marcado en los comicios del 27-S de 2015, al llegar al 68,32% y superar el 63,12% de votantes que habían depositado su papeleta en las urnas a las 18:00 horas de la jornada electoral anterior. El dato difundido por el portal de la Generalitat de Catalunya que da cuenta de los resultados de los comicios supone una subida de 5,2% con respecto a hace dos años.
Por provincias, Barcelona registra un gran aumento (5,45%), al pasar del 63,21% en 2015 al 68,66% este jueves. En Girona sube unos tres puntos, del 65,08% al 68,21% (3,13%) . En Lleida, se eleva desde el 61,11% hasta el 66,68% (5,57%). Y en Tarragona también supera los cinco puntos (5,07%) lo registrado hace dos años al pasar del 61,78% al 66,85%. Por comarcas, sólo en el Pallars Sobirà (Lleida) ha descendido con respecto al 2015 al pasar del 58,51% al 57,94%.