Una jugada de contragolpe, iniciada por Busquets y culminada por Suárez, y un penalti con expulsión incluida de Dani Carvajal poco minutos después permitió al Barcelona asaltar el Bernabéu (0-3) y dar un golpe letal a la Liga. A 14 puntos del eterno rival, con un partido menos eso sí, el panorama se tiñe aún más de negro para un Madrid de dos caras en el clásico, superior en la primera parte, pasota en la segunda. Más lineales fueron los de Valverde, sin alterarse ante el leve dominio inicial del Madrid e inteligente para controlar el partido y gestionar la ventaja después.
Arrancaron cómodos los blancos, con Isco en el banquillo y Kovacic en el verde, tapando a Busquets en la salida y persiguiendo a Messi en campo propio. Pero esa comodidad e incluso mínima superioridad la fue incapaz de convertirla en ocasiones. No generó mucho el Madrid, salvo un buen disparo de Cristiano que evitó Ter Stegen y un cabezazo de Benzema que se topó en la Madrid. A par estuvo el Barça, con dos buenas opciones de Paulinho, siempre bien asistido por Messi.
Difícil era entonces adivinar lo que sucedería poco después. Pero el descanso relajó al Madrid, diluido y pasota tras la reanudación. Su desconexión no la dejó pasar el Barcelona y una jugada rápida hundió a los blancos. Pivotó a las mil maravillas Busquetes y con un pase habilitó a Rakitic, que corrió a campo abierto, con Kovacic más pendiente de Messi que de frenar el avance de su compatriota, y los laterales regresando al trote. No corrió el Madrid, el croata encontró a Sergi Roberto en la derecha y el carrilero la cruzó de primeras a la otra banda para que Suárez fulminase a Keylor