El reciente anuncio del Gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, en el que denuncia la discriminación hacia los ciudadanos americanos que residen en la isla debido a su condición colonial, revela una desconexión alarmante entre sus palabras y sus acciones. Pierluisi busca obtener derechos civiles y representación para Puerto Rico, pero omite mencionar los actos de su propio gobierno durante la pandemia, los cuales fueron caracterizados por la persecución y la represión hacia su propio pueblo.
Es hipócrita que Pierluisi, cuyo partido oficialista fue responsable de una de las peores persecuciones en la historia reciente de Puerto Rico, tenga la audacia de pedir derechos civiles. Su enfoque en este tema parece estar impulsado por la ambición de obtener más financiamiento, en lugar de buscar genuinamente la igualdad y los derechos que conlleva la estadidad. No menciona cómo su gobierno ha establecido órdenes ejecutivas sin precedentes, que no tienen comparación con ningún estado de la nación americana.
El punto central de su argumento está relacionado con el dinero que necesita para enriquecer aún más a su familia y amigos. Por ejemplo, menciona la supuesta desigualdad en el beneficio del Seguro de Ingreso Suplementario (SSI), haciendo alarde de la diferencia entre los beneficiarios de los estados y los residentes de la isla. Sin embargo, Pierluisi omite mencionar que su gobierno ha fallado en la fiscalización de los fondos adicionales de Medicaid destinados a Puerto Rico. Incluso el propio Secretario de Salud ha admitido que no han realizado adecuadamente su labor de asegurarse de que esos fondos lleguen directamente a los pacientes.
Pedro Pierluisi carece de la moral necesaria para solicitar derechos civiles, ya que durante su gobierno se han perseguido a los no vacunados. Ha prohibido las reuniones familiares, ha utilizado la fuerza policial para acosar a aquellos que no llevaban mascarillas en sus automóviles, ha despedido empleados públicos por negarse a vacunarse y ha limitado el acceso a la atención médica. Incluso ha habido casos de pacientes renales que han perdido la vida debido a estas medidas.
Por todas estas razones, le decimos al Sr. Gobernador Pedro Pierluisi: ¡NUNCA MÁS! Su falta de coherencia, moral y empatía hacia el pueblo de Puerto Rico ha quedado claramente expuesta. No podemos permitir que un líder que prioriza sus intereses personales y los de sus allegados continúe gobernando nuestra isla.
Me dirijo a los 454 mil no vacunados en Puerto Rico y tambien a los sobre 800 mil que fueron obligados a vacunarse.
Es hora de que los ciudadanos de Puerto Rico busquen un liderazgo genuino en todos los partidos políticos. La situación actual requiere de líderes comprometidos con el bienestar y los derechos de nuestro pueblo y no de aquellos que actualmente ocupan las principales posiciones en los partidos políticos y hasta en Washington y te han fallado al ser parte de la vacudictadura o con el silencio de su complicidad. 454 mil personas pueden elegir al proximo gobernador o gobernadora. Es hora de limpiar la casa y de pasar lista por loq eue te apoyaron en contra de la imposicion de la vacuna.
. Es momento de enfocarnos en encontrar aquellos líderes que realmente representen los intereses de todos los puertorriqueños. La búsqueda de un liderazgo íntegro y responsable es fundamental para construir un futuro próspero y equitativo para Puerto Rico.
DIOS BENDIGA NUESTRA ISLA Y QUE VUELVA A SER , LA ISLA DEL CORDERO
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