Profesional desde los 16 años y mejor artillero de la historia de la Selección de Bélgica a los 25, el delantero Romelu Lukaku, quien hace poco reveló capítulos de su dura infancia rodeado por la pobreza, pese a sus estadísticas y actuaciones monstruosas, conserva una ambición desbordante de reconocimiento.
Cuando se habla de Lukaku, la tentación de definir todo con cifras es grande. Su fornido cuerpo de 1,90 metros para sus 93 kilos lo califican como gladiador del área. Sus 27 goles en 51 partidos con el Manchester United la última temporada hablan bien de su presente. A Old Trafford había llegado con registros de 87 tantos en 166 partidos con el Everton o 41 dianas en 98 duelos con los colores del Anderlecht.
En la selección nacional, con 25 años, ya es el artillero más prolífico de la historia, con 40 tantos en 73 juegos, cuatro de ellos en Rusia 2018, además de actuaciones destacas como en las victoria de su equipo ante Japón y Brasil por el mismo torneo.
Más discreto bajo el ciclo de Marc Wilmots, Lukaku se transformó en un centrodelantero imparable en la era del entrenadir español radicaldo en Bélgica Roberto Martínez: ha marcado, festejando 18 goles en 23 partidos disputados bajo las órdenes del estratega. En esta racha, Lukaku ayudó a los ‘Diablos Rojos’ a hacer historia al meterse entre los cuatro mejores de un Mundial luego de 32 años.
Goles contra la pobreza y el racismo
Pero detrás de esta historia de ensueño que vive, Lukaku reveló que lucha para superar una historia más triste. En un emotivo texto largo publicado a su nombre en inglés en el portal Player's Tribune, narró su infancia pobre que forjó su personalidad, pero también ese sentimiento persistente de no ser amado.
"No sé por qué, en mi propio país, desean verme fracasar. No lo entiendo", dijo. En los diarios "cuando todo salía bien, era Romelu Lukaku, el atacante belga; pero cuando todo salía mal, me llamaban Romelu Lukaku, el atacante belga de origen congoleño", se quejó. "Que no les guste mi forma de jugar, está bien. Pero nací aquí. Crecí en Amberes, Lieja y Bruselas. Soñaba con jugar en el Anderlecht. Soy belga", contó.
La consolidación del ariete belga
"Big Rom" tiene toda la confianza de Roberto Martínez y recibe importantes consejos de Thierry Henry, ex jugador de Francia tambien afrodescendiente y uno de los ayudantes del español que algo entiende de definición.
"Cuando veo su evolución, me digo que tiene todo para convertirse en el mejor del planeta en el puesto. Está claro que no he visto muchos goleadores como él", comentó Martínez tras el Bélgica vs. Panamá por la fase de grupos, duelo en el que marcó dos goles.
"Me divierto con él", dijo dicho Lukaku sobre su rendimiento en alza en la era Martínez. Pero "no soy el único en aprovechar esta situación, pasa lo mismo con Eden (Hazard), Dries (Mertens), Kevin (de Bruyne)", añadió. Dentro de una plantilla con jugadores muy técnicos, Lukaku se diferencia con el aporte de su potencia física. "Mi relación con mis compañeros ha mejorado enormemente estos últimos años", reveló.
Fuente: Agencia AFP