Los funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump han enviado bebés y otros infantes que fueron separados a la fuerza de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos a por lo menos tres albergues especializados en el sur de Texas, de acuerdo con información obtenida por The Associated Press. Y los abogados y médicos que han visitado estas instalaciones en el valle de Río Grande comentaron que hay salas de juegos con niños pequeños llorando y en crisis.
Desde que la Casa Blanca anunció su política de “tolerancia cero” a principios de mayo, más de 2.300 menores han sido separados de sus padres en la frontera, lo que provocó un nuevo flujo de infantes que requieren cuidado gubernamental. El gobierno de Estados Unidos ha enfrentado duras críticas luego de que se mostraron imágenes de algunos menores enjaulados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Décadas después de que el sistema de bienestar infantil del país pusiera fin al uso de los orfelinatos debido a que podrían crear un trauma duradero en los niños, el gobierno está creando nuevas instituciones para albergar a los infantes centroamericanos que el propio gobierno separó de sus padres.
“La idea de que van poner a esos niños pequeños en un entorno institucional. Es difícil para mí incluso ponerme a pensar sobre eso”, manifestó Kay Bellor, vicepresidenta de programas en el Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, el cual proporciona custodia temporal y otros servicios de bienestar infantil a los menores migrantes. “Los infantes están siendo detenidos”.
Bellor dijo que los albergues cumplen con procedimientos estrictos en torno a quién puede tener acceso a los niños para proteger su seguridad, pero ello significa que la información sobre su bienestar puede ser limitada.
Por ley, los niños migrantes que viajen solos deben ser enviados a instalaciones operadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (DHHS por sus siglas en inglés) dentro de los tres días posteriores a su detención. A partir de ese momento, la agencia es responsable de colocar a los menores en albergues o en casas hogar hasta que se reúnan con un familiar o con un auspiciante de la comunidad mientras aguardan las audiencias en un tribunal de inmigración.
Sin embargo, el anuncio del secretario de Justicia, Jeff Sessions, del mes pasado sobre que el gobierno presentaría cargos criminales a cualquier persona que cruce de manera ilegal la frontera entre Estados Unidos con México ha provocado la separación de cientos de familias de migrantes y puso a un nuevo grupo de cientos de infantes bajo el cuidado del gobierno.
Fuente: MSN