La política de separación de familias de inmigrantes del gobierno del presidente Donald Trump está dejando una densa estela de dolor y miedo, sobre todo entre los pequeños, a quienes la incertidumbre consume a su corta edad.
Tal es el caso de José, de 5 años de edad, quien fue enviado a Michigan a finales de mayo con una bolsa de basura en la mano, donde llevaba sus ropa sucia y dos pequeños trozos de papel: uno con el dibujo de su familia de Honduras y el otro un boceto de su padre, quien fue arrestado tras cruzar la frontera con los Estados Unidos en El Paso, Texas.
Una escolta del gobierno estadounidense entregó al niño, identificado en sus documentos de viaje como José, a la estadounidense a la que se le encomendó cuidarlo.
El se rehusó a tomarla de la mano. No lloró en ese momento ni tampoco quiso hablar durante su viaje a esa casa desconocida, reportó el New York Times.
Las primeras noches fueron un suplicio para él, pero aprovechaba la soledad para llorar, contó Janice, su cuidadora
Fuente: La Opinión.