Si hay que elegir de entre las características más llamativas que presentó el iPhone X, el último barco insignia de Apple, ese es el Face ID, el reconocimiento facial que desplazó la huella para desbloquear el smartphone. Sin embargo, algunos usuarios reportaron problemas con esta recién llegada tecnología que han acabado «adoptando» la mayoría de las marcas.
La reputación de dispositivos fiables y duraderos es algo que intenta cuidar la compañía de la manzana al detalle, tal y como demostró la polémica surgida a través de la actualización que ralentizaba los iPhones (si bien la firma de Cupertino defendió que lo hacía por motivos de mejora de rendimiento).
Por ello, antes de que la «metralla» llegue más lejos de foros especializados y quejas puntuales a través de las redes sociales sobre el buen funcionamiento de su estrella, el Face ID, Apple ha decidido atajar el problema de raíz, llegando incluso a cambiar los terminales dañados por otros flamantes iPhones X nuevos.
Así lo asegura el comunicado interno difundido por MacRumors, portal especializado en las novedades de la compañía, en el que indica a sus tiendas que los clientes que aparezcan alegando problemas con el Face ID deben salir del establecimiento con un móvil totalmente operativo.
En concreto, se señala que se repare la cámara trasera, aunque si este cambio no da resultado, se debe realizar «una sustitución de unidad completa» con el fin de «proporcionar la mejor experiencia al cliente».
Fuente: Altadensidad.com