Los elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera norte no portarán armas ni participarán en el control migratorio o aduanero, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El Canciller Luis Videgaray sostuvo una llamada con la Secretaria de Seguridad Interior estadounidense, Kirstjen Nielsen, quien precisó que la Guardia Nacional sólo realizará labores de apoyo para el Departamento de Seguridad Interior.
“En todas las comunicaciones sobre la materia, el gobierno de México ha expresado al gobierno de Estados Unidos que, si el anunciado despliegue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera, ello dañaría gravemente la relación bilateral”, destacó la Cancillería.
Nielsen comparó el despliegue de elementos con la Operación Jump Start, realizada de 2006 a 2008, durante la administración del Presidente George Bush.
En ella, 6 mil soldados de la Guardia Nacional apoyaron a la Patrulla Fronteriza a monitorear sistemas electrónicos de vigilancia, volar helicópteros con radares y ocupar puestos de vigilancia que estaban aislados.
Aunque los elementos de la Patrulla Fronteriza llevaban a cabo las detenciones, los soldados de la Guardia Nacional iban armados.
También lo equiparó con la Operación Phalanx, lanzada en 2010 por el Presidente Barack Obama, que mandó soldados de la Guardia Nacional para labores de vigilancia en campo, análisis criminal, comunicaciones móviles, transportación, logística y apoyo en entrenamiento.
Tras la llamada, la Cancillería afirmó que velará por la soberanía y el interés nacional al darle seguimiento a la medida y determinar las acciones a seguir.
“(El Gobierno de México) ha reiterado la importancia fundamental del respeto a la dignidad y los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos”, destacó.
Fuente: Expansión.com