Un niño de dos años con cáncer sorprendió a su familia después de despertar de un coma. Lo increíble es que sus padres habían tomado la decisión de apagar su respirador momentos antes de que recuperara la conciencia. ¡Un luchador!
Los doctores no creían que lo iba a lograr. El niño tenía un raro tipo de cáncer de pulmón: el 80% de sus pulmones estaban cubiertos de quistes. Estaba tan enfermo que su familia había decidido bautizarlo en la cama del hospital en las Pascuas de 2016. Con todo el dolor del mundo, sus padres habían decidido acabar con su sufrimiento y apagar su respirador. Pero Dylan tenía otros planes.
En la Navidad de 2015, su familia lo llevó al hospital Derby Royal con problemas respiratorios. Ahí fue cuando encontraron que su pulmón había colapsado. Los estudios que le realizaron dieron mal: encontraron los quistes y el pronóstico era más grave de lo que su familia pudo imaginar.
Al principio, el niño se había recuperado para salir de terapia intensiva, pero debido a un ataque contrajo neumonía bacteriana. Sus pulmones casi no funcionaban. Y así fue que los médicos decidieron ofrecerle a sus padres que le quitaran el respirador.
“En Viernes Santo, los médicos nos dijeron que las cosas no andaban bien y que no era posible tenerlo de nuevo. Las máquinas estaban funcionando en su máxima potencia pero él todavía luchaba. Lo bautizamos y toda su familia vino a despedirse de él.
Mientras que los médicos le sacaban su medicación y empezaron a sedarlo, las pulsaciones del niño bajaron a niveles normales. Dylan pudo volver a su casa en mayo y para julio de 2016, su tratamiento contra el cáncer había terminado. Un verdadero milagro de Pascuas.
Fuente: Agencia Reuters