Los especialistas afirman que los estafadores explotan tres características fundamentales en la plataforma de mensajería: uso masivo, ya que la cantidad de usuarios está completamente relacionada a la cantidad de posibles víctimas; falta de protección contra ingeniería social, así como de un canal para reportar enlaces maliciosos que se estén compartiendo de manera viral; y gratuidad en el envío de los mensajes de manera masiva.
Si bien se reconoce que existe un amplio catálogo de engaños que se propagan a través de aplicación, es posible dividirlas en dos categorías: Por un lado se encuentran aquellas que prometen una nueva funcionalidad, como espionaje de contactos, modificaciones de características del diseño y nuevos emoticones. Y por otra parte, están los engaños que ofrecen cupones de descuentos en tiendas de ropa o pasajes de avión. La propagación de un engaño comienza con la llegada de un mensaje dentro de un grupo de WhatsApp o de algún contacto que asegura ya haber obtenido el premio. La eficacia de la estafa radica en la imagen y el texto que acompaña al mensaje. Además, el enlace que aparece en la descripción lleva a los usuarios a una página que no guarda relación alguna con las compañías en cuestión.
Fuente: Alta Densidad.com