El gobierno del presidente Donald Trump no sólo preguntará en el censo la situación migratoria de cada persona en los Estados Unidos, sino que confirmará la información que se proporcione, anticipándose a que se mienta al respecto.
“Anticipándose a millones puede evitar responder a la pregunta de ciudadanía que ha agregado al censo de 2020, (el gobierno) planea indagar el sistema migratorio, de Seguridad Social y otros registros estatales y federales para verificar la información, y quizás incluso cambiar las respuestas”, informó el Wall Street Journal.
El diario indicó que la orden fue del Secretario de Comercio, Wilbur Ross, emitida la semana pasada, que exigió a la Oficina del Censo recopilar datos sobre el estado de ciudadanía que se pueden comparar con precisión en cada formulario del censo.
Verificar esas respuestas podría costarle al gobierno una gran cantidad de dinero, pero el plan avanza.
En febrero pasado, el gobierno de Trump decidió incluir la pregunta sobre inmigración desatando alertas sobre discriminación y persecusión a inmigrantes, lo que incluso causó que 18 fiscales presentaran una demanda en contra de la medida.
El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, encabezó una coalición de 18 fiscales generales, 6 ciudades y la Conferencia Bipartidista de Alcaldes del país, que busca impedir su implementación.
La inciativa alega que, exigir información sobre ciudadanía en el Censo deprimiría la participación en estados con grandes poblaciones de inmigrantes, amenazando la representación justa de esos estados en el Congreso y el Colegio Electoral.
“Una de las obligaciones más solemnes del gobierno federal es un conteo justo y preciso de todas las personas en el país, ciudadanos y no ciudadanos por igual. Durante décadas, las administraciones de ambos partidos han tratado este requisito constitucional con el respeto y la reverencia que merece”, argumentó Schneiderman.
Fuente: La Opinión.com