El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró que la construcción del muro con México va a comenzar "antes de lo previsto", y defendió su plan de reforzar el control migratorio para echar de EE.UU. a los "bad hombres".
Vamos a construir el muro, no se preocupen. De hecho, va a comenzar pronto, antes de lo previsto", subrayó Trump en su discurso ante la Conferencia anual de Acción Política Conservadora (CPAC), el principal encuentro del conservadurismo en EE.UU.
"Vamos a emprender una acción rápida y contundente para asegurar la frontera sur de Estados Unidos y a empezar la construcción de un gran, gran muro fronterizo", insistió el presidente, al subrayar su intención de detener "el flujo de inmigración ilegal".
Donald Trump indicó, sin aportar detalles, que "los agentes de inmigración están encontrando a miembros de bandas, traficantes de drogas y extranjeros criminales y echándoles fuera del país".
"No les dejaremos volver. No van a regresar. Y si lo hacen, se toparán con problemas más grandes de los que jamás han soñado", agregó el multimillonario neoyorquino.
Trump quiere empezar la construcción del muro con México en los enclaves fronterizos clave de El Paso (Texas), Tucson (Arizona) y El Centro (California) y pagarlo con dinero aprobado por el Congreso, informó el pasado martes el Gobierno.
En la conferencia, Trump también afirmó que él no está "representado al mundo", sino únicamente a su país, y prometió que volverá a "ganar" e imponer su poderío militar. "Somos estadounidenses y el futuro nos pertenece a nosotros", enfatizó el mandatario.
A juicio de Donald Trump "la cooperación global está bien", pero marcó distancias con el multilateralismo al anotar que no existe una "moneda global" o una "bandera global".
Ante la audiencia de activistas conservadores venidos de todo el país, y reunidos en un complejo hotelero a las afueras de Washington a orillas del río Potomac, Trump prometió que EE.UU. volverá a "ganar" e imponer su poderío militar gracias a un gran aumento del gasto en defensa, con lo que nadie "se meterá con nosotros".
"¿Cuándo fue la última vez que ganamos? ¿Cuándo fue la última vez que ganamos una guerra, algo?", se preguntó.
Para ello, el presidente prometió un gran aumento en el gasto en defensa, de modo que "nadie se va a meter con nosotros" y subrayó su creencia "en la paz a través de la fuerza".
Su encendido discurso nacionalista, que recordó a sus mítines durante la campaña electoral, fue coreado constantemente con los gritos de "USA, USA, USA" por parte de los asistentes.
El mandatario aprovechó su primer discurso presidencial ante la mayor reunión de activistas de derecha para renovar sus críticas a la prensa, en particular por el empleo de fuentes anónimas.
"No se debe permitir (a los periodistas) usar fuentes a menos que mencionen el nombre de alguien", declaró, apenas horas después que miembros de su equipo informaron a la prensa y exigieron que no se mencionara sus nombres.
"Una fuente dice que Donald Trump es 'un ser humano horrible, horrible'. Pues que me lo digan en la cara", dijo Trump. "Que no haya más 'fuentes'''.
Los miembros del equipo Trump habitualmente exigen el anonimato cuando hablan con la prensa.
Trump dijo que no se oponía a toda la prensa, sino "solo los medios o prensa de noticias falsas".
"Me opongo a la gente que inventa historias e inventa fuentes", dijo. "No debería permitírseles usar fuentes a menos que usen el nombre de alguien".
"Las noticias falsas no dicen la verdad", insistió Trump. "No representan al pueblo. Nunca representarán al pueblo y haremos algo al respecto".
Después de su ataque frontal a la prensa, Trump pasó a un repaso de sus planes, prometió tomar medidas audaces en materia de salud, comercio, energía y otros rubros.
"Una por una, estamos cumpliendo las promesas que hicimos al pueblo estadounidense", dijo. "No los decepcionaré".
Dijo que la ley de salud que heredó del presidente Barack Obama amenaza con provocar una "catástrofe total" y reiteró su promesa de derogarla y reemplazarla por otra.
El jefe de Estado dijo a unos veinte presidentes ejecutivos de las principales compañías estadounidenses que planeaba traer millones de empleos de nuevo al país.
Entre los participantes de la reunión se encontraban los presidentes ejecutivos de General Electric Co, Lockheed Martin Corp, Dow Chemical Co, International Paper Co, Ford Motor Co, United Technologies, Dell Technologies Inc y Johnson & Johnson.
También los jefes de Corning Inc, Whirlpool, Emerson, Campbell Soup Company, Merck & Co Inc, Caterpillar Inc, 3M Co, U.S. Steel Corp, Archer Daniels Midland Corp y General Dynamics Corp .
Fuente: Agencias