Ana Julia Quezada se ha derrumbado finalmente ante la Guardia Civil (Instituto armado español de naturaleza militar) y en presencia de sus letrados ha confesado ser la autora del asesinato de Gabriel Cruz. La mujer ha sido muy breve en sus explicaciones y ha contado entre sollozos que discutieron, le dio un golpe en la cabeza con la parte roma de un hacha en la cabeza y luego le asfixió.
Ana Julia se ha ofrecido a colaborar con los investigadores y ahora se dirige de nuevo a la finca de Rodalquilar para realizar una nueva reconstrucción de cómo acabó con la vida del pequeño de ocho años.
La mujer ha contado que la tarde del crimen salió de la casa después de Gabriel, se lo encontró y le dijo que le acompañara a la finca de Rodalquilar. Una vez allí, según sus palabras, discutieron, le dio un golpe y el niño perdió el conocimiento. Según ha explicado la abogada de la presunta asesina, el golpe se habría producido con la parte roma de un hacha.
Ella se asustó, ha asegurado, y lo mató obstruyendo la respiración. Después le desnudó, arrojó su ropa en un contenedor lejano y enterró el cuerpo del niño en una fosa que cavó esa misma tarde junto al aljibe. Esta tarde los investigadores han encontrado la ropa. Y con la mujer realizarán la reconstrucción de los hechos.
La Guardia Civil sospechó desde el primer momento de Ana Julia, y pidió a su pareja y padre de Gabriel, Ángel Cruz, que disimulara para continuar con las pesquisas sin levantar sospechas.
Por el momento, el magistrado instructor del caso contempla la posibilidad de realizar una segunda autopsia, por lo que ha prohibido la incineración del cuerpo del pequeño y sólo ha dado autorización para su entierro.
Fuente: El País.es