Con el reloj en contra, el presidente Donald Trump se reunió el jueves con legisladores republicanos e invitó a un grupo bipartidista a la Casa Blanca para la próxima semana para tratar de llegar a un acuerdo sobre inmigración.
Los legisladores han tratado de idear un plan con el cual Trump esté de acuerdo para extender el estatus legal de cientos de miles de jóvenes inmigrantes, muchos de los cuales llegaron ilegalmente al país cuando eran niños.
Trump anunció en septiembre del año pasado que pondría fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) que protege a los jóvenes de la deportación. Sin embargo, le dio al Congreso hasta marzo para proponer una enmienda legislativa. Los demócratas quieren que la enmienda forme parte de un presupuesto que debe ser aprobado a más tardar el 19 de enero para que el gobierno siga funcionando.
“Todos estamos trabajando en un plan para desarrollar una reforma de inmigración que sea de provecho para los trabajadores y familias estadounidenses y brinde seguridad”, dijo Trump durante la reunión del jueves, a la cual asistió un puñado de senadores republicanos.
Horas más tarde el mandatario publicó en Twitter: “Gracias a los grandiosos senadores republicanos que asistieron a nuestra reunión sobre la reforma de inmigración. Debemos construir el muro, frenar la inmigración ilegal, terminar con la migración en cadena y cancelar la lotería de visas. El actual sistema es inseguro e injusto para las increíbles personas de nuestro país. ¡Es hora de un cambio!”.