La tragedia del submarino argentino ARA San Juan que le costó la vida a 44 tripulantes salpica a dos empresas alemanas. De acuerdo a una información que reveló el noticiero Tagesschau, la primera cadena de televisión pública, ARD, dos compañías de este país europeo habrían pagado sobornos para suministrar baterías. El Parlamento argentino investiga este extremo y la posibilidad de un suministro de piezas de mala calidad al sumergible.
Este domingo, el Ministerio del Interior alemán confirmó haber recibido un escrito de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento argentino en la que solicita información sobre el caso, según la cadena regional Bayerische Rundfunk. El canal apuntó que las empresas alemanas, Ferrostaal y EnerSys-Hawker, que tienen sus sedes en Essen y en Hagen respectivamente, lograron obtener un contrato de 5,1 millones de euros para exportar 964 baterías. Para obtener el contrato, las dos firmas habrían pagado sobornos.
“Existe la sospecha de que hubo sobornos para poder participar en la reparación del San Juan y que firmas alemanas estuvieron involucradas en ello”, dijo la presidenta de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento argentino, Cornelia Schmidt-Liermann. “En la reparación, que incluyó el cambio de baterías, participaron firmas alemanas, pero existe la sospecha de que las baterías que fueron sustituidas no eran, en parte o en nada, de la calidad que debían haber sido. No sabemos de donde llegaron, si de Alemania o de otro país. Por eso queremos saber que técnicos estaban en el lugar y quien firmó diciendo: bueno, esto ya está reparado”.
“Hay un extrabajador arrepentido de Ferrostaal que denunció en Alemania un pago de sobornos por parte de esa firma para acceder a las contrataciones”, amplió Schmidt-Liermann en conversaciones con este periódico. Asimismo, miembros de la administración de Cristina Fernández afirmaron que la responsabilidad de la reparación de las baterías corre por cuenta de técnicos alemanes, aunque eso no consta en ningún documento oficial.
El submarino se perdió en el Atlántico Sur, a 450 km de la costa argentina, el 15 de noviembre después de reportar una avería mientras hacía la ruta entre Ushuaia (extremo austral) y Mar del Plata, a 400 km al sur de Buenos Aires. A casi un mes de su desaparición, las autoridades han descartado que haya supervivientes.
La firma dijo que intermedió con EnerSys-Hawker para la reparación, pero resta saber cuanto cobró y si la reparación estuvo bien hecha. “También dicen que las baterías alemanas terminaron reparándose con repuestos no originales. Por eso ahora necesitamos determinar si hubo técnicos alemanes presentes en la reparación y quien firmó ese visto bueno”, afirmó la congresista argentina, quien confía en la buena predisposición de Alemania, un país que tiene más de 20.000 investigaciones sobre sobornos internacionales en curso.
“Así como hay cooperación internacional para la búsqueda queremos que la haya para terminar de dilucidar la cadena de responsabilidades para posteriores reclamos en la justicia, incluso los que puedan caer sobre miembros de nuestro gobierno, porque víctimas y familiares necesitan saber que es lo que pasó”, expresó la diputada, que busca aprovechar la visita a Buenos Aires de Matthias Machnig, secretario del ministerio de Economía y Energía de Alemania, en ocasión de la cumbre de la OMC.
La sospecha sobre el pago de sobornos también la comparte el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, quien señaló a la cadena regional de Munich que la revisión general del submarino concluyó en 2011 y que los trabajos de reparación fueron posibles gracias al pago de sobornos. “Hubo una denuncia sobre presunta corrupción ante los Tribunales, pero fue barrida bajo la alfombra y nunca se investigó. También se denunció que los materiales utilizados no respondían a las normas de calidad exigidas”, dijo el ministro, citado por la cadena regional.
Las sospechas convencieron a Schmidt-Liermann a dirigirse al ministerio del Interior alemán para obtener información sobre la posible responsabilidad de las dos empresas en la tragedia, pero esta dependencia trasladó la petición al ministerio de Economía, que admitió, a través de un correo electrónico a este periódico, que el gobierno alemán “estaba muy afectado” por la noticia del desastre del submarino argentino.
Las informaciones sobre la posible responsabilidad de las dos empresas alemanas en la tragedia del ARA San Juan fueron desmentidas por Ferrostaal, empresa que desarrolla proyectos para el levantamiento de plantas industriales, y admitió que su representación en Buenos Aires habría actuado como intermediaria por lo que había recibido la correspondiente comisión. La empresa EnerSys-Haker, especializada en la fabricación de baterías, aún guarda silencio sobre las informaciones que la relacionan con la tragedia del submarino argentino.