El procurador de justicia Jeff Sessions ordenó este miércoles que los jueces de inmigración aceleren en lo posible la disposición de casos pendientes en esos tribunales, confirmando entre otras cosas que revisará la efectividad de los magistrados en “finiquitar” los casos pendientes y que el gobierno federal hará una fuerte inversión en contrataciones para asistirlos.
“Hemos contratado a 50 nuevos jueces desde el 20 de enero -día en que Trump tomó posesión- y contrataremos a otros 60 en los próximos seis meses”, aseguró Sessions en un comunicado emitido por su oficina este miercoles.
En este comunicado y un memo dirigidos a la Oficina Ejecutiva para la Revisión Migratoria (EOIR, por sus siglas en inglés), Sessions también pareció responsabilisar a los inmigrantes y sus abogados de los retrasos que han llevado a una acumulación de más de 600,000 casos sin resolver en los tribunales civiles migratorios.
En los documentos, el procurador alegó que los retrasos se debían a la presentación de “casos sin mérito”, “mociones para postponer procesos” y “fraudes” aparte de responsabilizar a programas de la epoca de Barack Obama como la acción diferida para jóvenes DACA, la discreción procesal y los perdones provisionales por “incentivar la inmigración ilegal y crear nuevos casos”.
Sessions dijo que las cortes habían acelerado el paso en lo que va de año, aumentando en 30% las órdenes de remoción (deportación), el total de órdenes más deportaciones “voluntarias” en un 34% y las decisiones finales en casos migratorios en un 16.6%.
“Es imperativo que todos reconozcamos el rol extraordinario que tenemos en asegurar la aplicación de la ley migratoria y al mismo tiempo, lo hagamos en forma imparcial y oportuna”, dijo Sessions en el memo. “De hecho, la forma de adjudicar los casos tiene un efecto directo sobre los intereses soberanos de nuestra nación, las entradas ilegales, los que se quedan al expirar sus visas, la seguridad nacional y la pública”.
De inmediato, ex jueces y catedráticos señalaron con preocupación que el procurador parecía estar mucho más procupado con cerrar casos rápidamente y no necesariamente en forma justa.
El juez Paul Wickham Schmidt, magistrado migratorio desde 2003 hasta junio de 2016 y ex miembro de la junta de EOIR, dijo en reacción al memo que el plan de Sessions parece “duro en eficiencia y ligero en justicia”.
“Creo que la idea de que las cortes migratorias deben garantizar la justicia y el proceso debido está quedando rezagada ante otras prioridades”, dijo Wickham. “Además, está intentando culpar el rezago a los inmigrantes y sus abogados, cuando el problema más grave es el cambio en prioridades del gobierno y estrategias del Departamento de Seguridad Nacional”.
El catedrático Michael Kagan, de la escuela de leyes de la Universidad de Nevada y director de la clínica migratoria de ese plantel, dijo en una larga serie de Tweets que el plan de Sessions “amenaza la independencia de los jueces”.