Un sismo de 7,1 grados sacude el centro de México y deja cientos de muertos en cinco estados, edificios destruidos y cientos de personas trabajando codo a codo con las autoridades para rescatar a quienes quedaron atrapados bajo los escombros.
El movimiento telúrico ocurre el mismo día que en 1985 otro terremoto de 8 grados devastó la capital del país.