Christine Pelosi, hija de la líder de la minoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha acaparado los reflectores en el escándalo de acoso sexual que envuelve a la legislatura de California al afirmar que existen violadores en el Capitolio estatal y los legisladores los protegen.
Christine, presidenta de la bancada de mujeres del Partido Demócrata en California e hija de Nancy Pelosi, causó asombro el martes al hacer sus declaraciones durante una audiencia del comité legislativo sobre políticas estatales contra el acoso sexual.
Aunque muchos testificaron, en ocasiones airadamente, sobre un sistema disfuncional que aseguraron protege a los poderosos y alienta el silencio de las víctimas, los comentarios de Christine Pelosi se destacaron por su audacia sin tapujos. Tocaron fibras, al grado que algunos manifestaron su incredulidad a través de las redes sociales o exigieron a Pelosi que ofrezca más información.
"Como alguien que trabaja en el Capitolio, yo NUNCA había escuchado que hay violadores en el edificio", escribió en Twitter la asambleísta demócrata Lorena Gonzalez Fletcher.
Christine Pelosi le respondió: "Los tenemos. El hecho de que tú no lo sepas ilustra el problema: las mujeres no confían en que la legislatura las proteja".
Marcos Breton, columnista del periódico Sacramento Bee, le exhortó a "nombrar a un violador en el Capitolio del estado de California", a lo que Christine Pelosi respondió: "no seré acosada para violar su confianza".
Mientras Pelosi defendía sus comentarios, su madre incrementaba la presión sobre el legislador John Conyers, un demócrata por Michigan acusado de acoso sexual por al menos dos integrantes de su personal, una de las cuales recibió un pago de 27.000 dólares en 2015 para resolver la acusación, de acuerdo con BuzzFeed News. El pasado fin de semana, Nancy Pelosi advirtió que no hay que emitir un juicio precipitadamente respecto a Conyers y parecía cuestionar la veracidad de sus acusadoras, lo que generó críticas dentro de su propio partido.
El jueves exigió la renuncia de Conyers y subrayó que las acusaciones de acoso eran "graves, decepcionantes y muy creíbles".